«Para su cumplimiento, CARU cuenta también con el «digesto» sobre el uso y aprovechamiento del Río Uruguay, dividido en grandes temas y donde uno de los capítulos principales es la prevención en materia de contaminación», explicó Gastón Silbermann, presidente de la Delegación Uruguaya ante CARU. «Hoy podemos decir que la salud del Río Uruguay es buena todavía. Las aguas requieren de un control y cuidados permanentes», indicó el jerarca consultado por El País.–Explicó que desde 2004 a la fecha «diferentes programas en aplicación, algunos muy exigentes para su análisis, permiten deducir que la calidad de sus aguas se encuentra dentro de los estándares aceptables de acuerdo a las tablas del propio digesto y de las normas de ambos Estados para los efluentes, las que a su vez se basan en normas internacionales». Entre los diferentes controles que se ejercen se lleva adelante el Programa de Vigilancia y Estado Trófico de Playas del Río Uruguay desde 2011, con una frecuencia semanal en verano y mensual el resto del año. Los resultados son informados a las autoridades sanitarias de cada ciudad y se realizan permanentemente campañas informativas. Se han dictado cursos en distintas localidades a las prefecturas, capacitación a guardavidas, intendencias y sector de turismo y ambiente para identificar las floraciones algales y prevenir posibles daños a la salud de los bañistas.- «La contaminación microbiológica proviene de vertidos cloacales y de animales, acompañada de virus y diferentes organismos patógenos, que se van diluyendo en el agua del río, pero cuando el volumen es tal que los elementos contaminantes superan los estándares establecidos en el digesto, debe evitarse el contacto con el agua, dado que pueden producir enterocolitis, otitis, conjuntivitis entre otras enfermedades» informaron desde CARU.
También debe evitarse todo contacto cuando aparecen floraciones algales debido a que algunas de estas, las cianobacterias, pueden ser de características tóxicas, estas algas se generan en zonas de aguas quietas, con la abundante luz, temperaturas altas y en presencia de nutrientes.–SATÉLITE.- Silbermann explicó que CARU continúa ejecutando, a lo largo de todo el tramo compartido del Río Uruguay, un programa de detección satelital de floraciones algales que permite visualizar tendencias o ciclos de eutroficación. Además, «el monitoreo del río quedó estipulado por las Notas Reversales de 2010, firmadas por los cancilleres en base al acuerdo de presidentes de Olivos. Presenta tres partes: la vinculada a la Comisión de seguimiento de los efluentes de la Planta UPM en planta y en sus proximidades y al Río Gualeguaychú en su desembocadura en el Río Uruguay, tarea que realiza un Comité Científico binacional designado para tal fin» expresó el presidente de la Delegación Uruguaya ante la Comisión Administradora del Río Uruguay. Sostuvo que el «plan de monitoreo completo de todo el río y el plan de monitoreo puntual de los vertidos cloacales e industriales de ambas márgenes» no han podido ser implementados todavía por falta de acuerdo en CARU, pero que están siendo tratados para su aplicación en la forma más inmediata posible». – D. Rojas.- (El País)