Cuando cae la noche en nuestras playas, un fenómeno fascinante ilumina la espuma de las olas: un resplandor azul intenso que se esparce por la arena. Sin embargo, lo que muchos podrían pensar que son noctilucas, en realidad es un dinoflagelado llamado Alexandrium Affine. Aunque a simple vista son difíciles de diferenciar, la bióloga Ana Martínez, de la Dirección Nacional de Recursos Acuáticos (DINARA), aclara que en el laboratorio se puede identificar con certeza. Este fenómeno natural, que dura solo unos segundos pero se repite toda la noche, es una experiencia mágica para quienes tienen la suerte de estar en la playa. Ana realiza muestreos semanales del agua en diferentes playas de la costa rochense, y a través de su microscopio, puede identificar lo que ocurre en el agua.

Aunque Alexandrium Affine y las noctilucas son similares, hay algunas diferencias sutiles. Según Martínez, Alexandrium Affine tiende a ser un poco más azul, pero esta diferencia es casi imperceptible a menos que haya una gran floración, como la que se observó en 2015. Durante el día, las manchas de Noctiluca scintillans son de color naranja, mientras que las de Alexandrium Affine son más bien terracota. Sin embargo, en este momento, la concentración no es lo suficientemente intensa como para que se note durante el día, aunque de noche, las olas brillan. Alexandrium Affine es una especie tropical que prospera en aguas con temperaturas superiores a 20 grados, lo que ha favorecido su aparición este verano. Tanto Alexandrium Affine como Noctiluca scintillans poseen un sistema de iluminación que se activa con el movimiento, lo que explica por qué los vemos brillar en la rompiente de las olas.

Es importante destacar que estos fenómenos no son tóxicos ni extraños; son eventos naturales comunes que nos regala la naturaleza. Así que la próxima vez que veas ese resplandor azul en la playa, recuerda que es parte de la magia de nuestro entorno.

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