El reciente decreto del gobierno de Javier Milei ha llevado a la disolución de la Administración General de Puertos (AGP) y de la Subsecretaría de Vías Navegables, creando en su lugar la Agencia Nacional de Puertos y Navegación (ANPYN). Esta nueva entidad será responsable de la administración del Puerto de Buenos Aires y de la gestión de la Hidrovía del río Paraná.

Iñaki Arreseygor, quien fue subsecretario de Vías Navegables, asumirá la dirección de la ANPYN. La nueva agencia tendrá autarquía financiera y estará bajo el Ministerio de Economía, dirigido por Luis Caputo. La decisión de fusionar las dos entidades responde a la identificación de funciones superpuestas, con el objetivo de simplificar la estructura estatal.

La ANPYN no solo asesorará al Presidente en temas portuarios, sino que también tendrá un papel crucial en la concesión de la operación de la Hidrovía, un proyecto de privatización avanzado. La licitación para este proyecto está en curso, con un plazo para ofertas que finaliza a mediados de febrero. Una vez adjudicada la concesión, la ANPYN será la autoridad encargada de supervisar el contrato.

En cuanto al Puerto de Buenos Aires, la ANPYN heredará el control administrativo y regulatorio, aunque existen incertidumbres sobre el futuro de los contratos de concesión de las terminales portuarias, que han sido prorrogados hasta 2027 y están bajo cuestionamiento.

El gobierno ha calificado a la AGP como un foco de corrupción y privilegios, y ha anunciado planes para reducir el personal en un 79% y vender activos innecesarios. Se espera que la reestructuración conlleve un cambio significativo en la gestión portuaria del país.

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