Uruguay sigue de cerca las posibles repercusiones económicas de los aranceles propuestos por el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, a países como Canadá, China y México. Aunque el anuncio genera expectativas, también despierta temores sobre un posible «efecto derrame» que podría afectar al comercio uruguayo. La presidenta de la Unión de Exportadores de Uruguay (UEU), Carmen Porteiro, destacó que Estados Unidos es un destino clave para las exportaciones uruguayas, especialmente de servicios informáticos y productos primarios como los commodities. Sin embargo, estos bienes suelen formar parte de cadenas de producción globales, lo que significa que restricciones comerciales en otros países podrían impactar indirectamente a Uruguay.

Porteiro enfatizó que el fortalecimiento del dólar, impulsado por factores internacionales recientes, ha sido un alivio para las estructuras de costos locales. No obstante, señaló que la evolución del dólar y los aranceles anunciados son aspectos que mantienen en alerta a los exportadores uruguayos. Por su parte, Hernán Bonilla, presidente del Centro de Estudios para el Desarrollo, planteó dudas sobre si estas medidas serán efectivamente implementadas o si Trump las utiliza como estrategia para negociar mejores condiciones con sus socios comerciales. Advirtió que un aumento de aranceles podría perjudicar no solo a Uruguay, que exporta carne, granos, frutas y verduras a Estados Unidos, sino también a los propios consumidores norteamericanos, debido al encarecimiento de productos esenciales. Los analistas coinciden en que estas políticas proteccionistas podrían desatar conflictos comerciales globales, con potenciales consecuencias económicas para todos los países involucrados. En este contexto, Uruguay se enfrenta al desafío de adaptarse a un entorno comercial incierto y seguir fortaleciendo su posición en los mercados internacionales. Mª Pica para Visión Marítima