Un reciente informe de la Cámara de Importadores de la República Argentina (CIRA) revela que las tarifas de los puertos de Buenos Aires son significativamente más altas que las de otros puertos latinoamericanos, lo que representa un fuerte obstáculo para la competitividad del comercio exterior argentino. El análisis destaca que los sobrecostos en las operaciones varían entre el 50% y el 500%, dependiendo del tipo de contenedor y servicio requerido. En comparación con puertos como Montevideo, Santos y Valparaíso, las diferencias son preocupantes.

El ministro de Desregulación y Transformación del Estado, Federico Sturzenegger, subrayó la necesidad de una revisión exhaustiva de los contratos portuarios y de los costos operativos. En una entrevista reciente, Sturzenegger afirmó que Argentina debe aplicar “una motosierra” a los costos que ahogan la competitividad. El funcionario comparó la situación del puerto de Buenos Aires con el de Montevideo, indicando que las tarifas locales limitan la capacidad de las empresas argentinas para competir en los mercados globales.

La CIRA advierte que, además de los altos costos, persisten problemas como la verificación en el “canal rojo”, que puede sumar hasta 3.000 dólares por operación, y cargos adicionales injustificados, como estacionamientos sin función específica. También cuestiona la falta de actualización de los contratos de concesión, algunos vigentes desde hace décadas, lo que agrava la situación.

Por su parte, la Unión Industrial Argentina (UIA) ha manifestado su preocupación por el impacto negativo de estos sobrecostos. La entidad señala que tras la renegociación de contratos en 2023, los costos de importación y exportación aumentaron hasta un 25% en dólares, y advierte sobre una próxima licitación que podría elevar los peajes fluviales en un 60%.

El tipo de cambio es otro factor determinante que, según la UIA, contribuye a que los precios argentinos sean de los más altos de la región. Estos altos costos logísticos no solo encarecen las exportaciones, sino que afectan a toda la cadena productiva, desde los productores hasta los consumidores.

Con estos elementos sobre la mesa, los actores del sector industrial y comercial exigen medidas urgentes para alinear los costos portuarios con los estándares regionales y mejorar la competitividad del comercio exterior argentino.

Sol Bermo para Visión Marítima