Brasil se volvió a interesar en la hidrovía Paraguay-Paraná para sacar sus gigantescas exportaciones mineras y agrícolas, lo que permitirá nuevas inversiones para hacer navegable la ruta fluvial los 365 días del año. Ese fue uno de los aspectos más destacados en el Foro Fluvial Sudamericano, realizado la semana pasada en Montevideo, Uruguay, organizado por el Banco de Desarrollo de América Latina y el Caribe (CAF) y el Instituto de Desarrollo Regional. “Tenemos una muy buena noticia para la hidrovía Paraná-Paraguay: Brasil se volvió a interesar en ella”, resaltó Juan José Olaizola, subsecretario del Ministerio de Transporte y Obras Públicas de Uruguay. Según el portal argentino Rosario3, que la principal locomotora económica de Sudamérica haya puesto la mira, y su billetera (tanto pública como privada), para desarrollar la conexión fluvial, supone un gran envión para un corredor logístico estratégico para la producción porque abarata costos de fletes. La hidrovía cuenta con 3.440 kilómetros de extensión desde Puerto Cáceres, Brasil hasta el Puerto Nueva Palmira, en Uruguay. Es el sistema hídrico que desde hace más de tres décadas está siendo reimpulsado por los gobiernos de Brasil, Bolivia, Paraguay, Argentina y Uruguay. Sin embargo, hasta ahora, las operaciones son interrumpidas por el periodo de estiaje, que merma la capacidad de carga de las barcazas, hasta un 60%. “Brasil había definido la salida de su producción por sus puertos oceánicos. Pero ahora es tanta la producción de mineral de hierro en el centro de Brasil que están viendo la hidrovía como vía de salida con mucho detenimiento. Es tanto lo que tienen proyectado producir, sumando el aumento de granos, que incluso los que apostaron siempre por la opción del ferrocarril como conexión a sus puertos oceánicos, ahora están pensando en enviar cargas río abajo”, resaltó Olaizola en la apertura del foro. Según los números que presentó el experto en transporte, Ricardo Sánchez, en por la hidrovía, originado en los puertos de Corumbá y Ladario, en Brasil, transitan un promedio de 3 millones de toneladas anuales de mineral de hierro y manganeso, registrándose en 2023 un récord de 4,1 millón de toneladas y previendo un crecimiento de hasta 10 millones de toneladas anuales en los próximos años. Ante esas proyecciones de crecimiento, Brasil cambió su política para las seis hidrovías que tiene. “Antes estaban bajo administración estatal y se contrataban dragadoras para trabajos puntuales. Ahora, para desarrollarlas vamos a licitar un operador privado para cada una, que concretará el plan diseñado por las autoridades con el mandato de una tarifa competitiva”, explicó Paulo Perni, especialista en Regulación de la Agencia Nacional de Transportes Aquaviários de Brasil (ANTAQ). La primera hidrovía que arranca a concesionar Brasil es la del río Madeira, en el noroeste del país, quedando para un segundo momento la del Paraguay. Pero las empresas no esperan y ya hay movimientos importantes: la empresa brasileña que tiene la concesión de la mina de Corumbá (del Grupo Internacional J&F) financiará las obras de remover 13 pasos de piedra críticos identificados en el río Paraguay (en el tramo paraguayo), lo que permitirá reducir costos, además de incrementar el tiempo útil de navegación y el volumen de la carga anual, que, en el caso de la soja se podría triplicar, reportó Rosario3.
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