Desde el pasado 9 de diciembre se realiza una expedición de navegación lacustre desde Porto Alegre al Chuy, recalando en varios puertos de Brasil y Uruguay, con un acto formal importante en el Fuerte San Miguel, en Rocha, y que regresa estos días a su puerto de origen. La particularidad de esta travesía es que se lleva a cabo en una réplica exacta de la embarcación que comandara Garibaldi durante su participación en las guerras farroupilhas, en las comarcas del sur de Brasil. Debemos recordar que el italiano Giuseppe Garibaldi, libertario guerrero y líder de causas que consideraba cruciales para los pueblos y la sociedad de mitad siglo XIX, tanto en Europa y su Italia natal como en estas latitudes sudamericanas, prestó sus servicios militares a la denominada Revolución Farroupilha, que anhelaba la independencia del Imperio del Brasil para el estado de Río Grande del Sur, donde se proclamó la República Riograndense en los años 1835 a 1845. De ahí que, comandando la embarcación –armada a guerra– llamada Seival (Ceibal) Garibaldi tuviera una serie de escaramuzas navales, tomando la localidad de Laguna para la causa revolucionaria, en el área de las lagunas De los Patos y Merín. Estas vías acuáticas son hoy objeto de la atención de los países limítrofes con la intención de desarrollar su navegación a fin de estimular la productividad y el bienestar económico de la población de Uruguay y Brasil en sus respectivas cuencas con la realización de una hidrovía binacional.
Para recordar estos hechos históricos, un distinguido grupo brasileño de navegantes, historiadores y amigos de la causa de los farrapos, liderados por el profesor Antonio Carlos Rodrigues, desarrollador del proyecto “Seival y los caminos de Garibaldi”, secundado por el investigador Cristian Yanser y apoyados desde el inicio por nuestro embajador en Brasil, Guillermo Valles Galmes, navegante también él, se hicieron al agua en esta trascendente travesía de doble propósito: recordar la historia independentista de la comarca gaúcha y anunciar nuevos vientos que impulsen en el futuro inmediato la navegación –esta vez pacífica e integracionista– en las lagunas Merín y De los Patos, con la concreción de la hidrovía Uruguay-Brasil. Esta embarcación Seival, réplica exacta de la original, pesa quince toneladas, con quince metros de eslora, 3,8 metros de manga y 3,2 de calado. Ya en aguas uruguayas, tuvo una primera recalada y visita con actos acordes a la importancia del evento en la boca del río Tacuarí, en la legendaria estancia La Catumbera, de Treinta y Tres, el 14 de diciembre. Luego, ya hacia el sur y bordeando la costa uruguaya hizo noche en la boca del río Cebollatí para de allí salir, al alba del sábado 16, a navegar a su destino final de la travesía de ida, en el arroyo San Miguel, de Rocha, con un emotivo e impactante acto formal en el Fuerte San Miguel, donde el saludo del disparo de cañón de la Seival fue respondido, según la norma militar, con otro cañonazo desde la costa y posterior salva, atendido por soldados con uniformes de época y mucha ceremoniosidad.
La tripulación y pasajeros de la emblemática embarcación fueron recibidos con honores y un almuerzo de camaradería en el fortín, con la presencia de autoridades locales de la Intendencia de Rocha, la intendenta interina Ana Castillos, el director de Desarrollo Nicolás García, alcaldes y alcaldesas de localidades vecinas rochenses, el director de Relaciones Internacionales de la Intendencia de Cerro Largo, Miguel Mestre, y el director del Departamento de Estudios Históricos del Estado Mayor del Ejército, coronel Alejandro Muszwisz, a cargo de la recepción en el Fuerte San Miguel. También estaban presentes el cónsul uruguayo en Chui, doctor Daniel Rótulo, y el viceprefecto de Santa Victoria del Palmar, entre otras autoridades norteñas y el grupo gestor de la idea de esta travesía que participó del viaje. Acompañaron jerarcas municipales y público invitado, destacándose la presencia del empresario Carlos Foderé, que impulsa hace años con entusiasmo su proyecto de la Terminal Tacuarí. También se hicieron presentes los miembros de le Comisión Mixta de la Laguna Merin, delegación uruguaya, presidida por el ingeniero agrónomo Gerardo Acosta Terra. Se aprovechó el importante encuentro binacional para estrechar vínculos y ajustar novedades y acciones de las otras obras anunciadas por ambos gobiernos en estos días: la construcción de un nuevo puente internacional sobre el río Yaguarón y el aviso de llamado a licitación para el dragado de la laguna Merín –indispensable para la navegación– una vez que se construyan uno o más puertos en la costa uruguaya y así efectivizar la operativa real de la anunciada hidrovía comercial entre ambos países. Se ha dado otro paso adelante en miras al desarrollo social y económico de la cuenca de la laguna Merín, según los acuerdos de más de sesenta años atrás. Todo indica que habrá instancias decisivas en estos meses venideros para hacer realidad el largo anhelo de la zona y el país, que es la hidrovía de navegación de cargas y pasajeros en el complejo acuático limítrofe entre nuestro país y Brasil. Una vez más auguramos vientos favorables a la idea y que ambos gobiernos continúen materializando acciones para facilitar su transformación en realidad.