Kluver integró el cuádruple par junto a Bruno Cetraro, Leandro Salvagno y Marcos Sarraute que ganó de punta a punta la regata para conquistar la medalla de oro. 

Con Martín González en lugar de Kluver, Uruguay había ganado el oro en Lima 2019 pero por un error administrativo en la declaración de un medicamento que consumía Sarraute, Uruguay fue desposeído de esa presea. 

Por tal razón, el remo no ganaba una medalla desde los Juegos Panamericanos de Santo Domingo 2003 (plata en el cuádruple con Ruben Scarpatti, Rodolfo Collazo, Salvagno y Andrés Medina) y Uruguay no conseguía un oro a este nivel desde que el fútbol ganara el título de Toronto 2015. Kluver, de 23 años, corrió una hora y media después en posición de segundo stroker (número 7) en el ocho con timonel que conformado también por Salvagno, Sarraute, Cetraro, Eric Seawright, Martín Zócalo, Leandro Rodas, Mauricio López y Romina Cetraro como timonel, ganó la medalla de plata al entrar detrás de Cuba y soportar el acecho del local Chile.  En la premiación, Kluver fue premiado por Salvagno y sostenido por Cetraro y Sarraute. Ya no podía soportar el dolor. Cuando terminó el himno, la entrega de medallas y las fotos, se desmayó y fue trasladado a un hospital.

El entrenador Osvaldo Borchi contó a Referí: «Tuvo un desgarro en la zona del hombro, le pusieron analgésicos y ya de noche estaba mejor. Tiene que descansar, pero está bien, en los últimos 300, 400 metros venía con un dolor infernal, pero por suerte no aflojó para nada, se la bancó y luego se desmayó por el esfuerzo y el dolor. Fue una proeza lo que hizo. Una lástima que le pasara eso, con Feli bien del hombro otro hubiera sido el resultado porque se nos escapó el oro por centésimas. Pero lo bueno es que está bien, se está recuperando y ya tendrá su proceso de recuperación».  

El deportista agregó otros detalles este martes en nota con la Secretaría Nacional de Deportes. Contó que dos semanas atrás, cuando Uruguay se preparaba en El Carrizal, Mendoza, había sufrido un pequeño desgarro en el supraespinoso del que logró recuperarse a tiempo para llegar a Santiago. En la primera regata, de la cuádruple par, Kluver contó que sintió una «pequeña molestia en la zona escrapular». 

Y luego contó el esfuerzo que realizó: «Era algo histórico pelear una medalla en el 8, teníamos las condiciones para salir en punta y salimos a darle, a trabajar duro. Se sintió dolor a los 750 metros y a faltando 500 era un cabeza a cabeza con Chile y Cuba. Había que darle y anular el dolor en la cabeza por más que no me podía mover. Faltando 400 sentía que me estaban agarrando con un cuchillo el hombre y que me estaban rajando todo. Pero miraba al costado y no podía aflojar. Es como te enseñan en Mecedes: si cinchás mil metros no podemos aflojar los otros mil. Para aflojar están los primeros 500, después no se puede parar. No recuerdo los últimos metros, no sé cómo quedamos, en los últimos 250 metros cerré los ojos y le di para adelante y para atrás».  https://www.elobservador.com.uy/