Moody’s: «Empeoramiento de la sequía en el Canal de Panamá traería consecuencias importantes para las cadenas de suministros de EE.UU.»

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Sugiere que regionalización de las cadenas de suministro podría ser una solución para que fabricantes reduzcan su vulnerabilidad a los riesgos climáticos. Moody’s Investors Service publicó un reporte sobre la situación del Canal de Panamá y cómo esta podría afectar a las cadenas de suministros. El informe señala que los efectos negativos inmediatos los sintieron principalmente los importadores de materias primas y graneles secos, pero también los bienes enviados en contenedores. Los tiempos promedio de espera para transitar el canal han aumentado, siendo los petroleros y los graneleros los más afectados. «Creemos que la perspectiva de restricciones durante un período prolongado aumentará los precios del transporte y la disponibilidad de cereales, productos derivados del petróleo, gas natural licuado y productos derivados del petróleo y ciertos productos químicos. Los buques portacontenedores están reduciendo sus cargas, lo que provocará retrasos que pueden alterar moderadamente las cadenas de suministro. La Autoridad del Canal de Panamá (PCA) estima que los ingresos para el año fiscal 2024 habrían sido aproximadamente un 4% más altos si no fuera por el impacto de la sequía» indican los analistas Daniel Harlid, Adrian Garza y Stanislas Duquesnoy. Por otro lado, un empeoramiento de la sequía plantearía riesgos importantes para las cadenas de suministro mundiales en general y para Estados Unidos en particular. Las previsiones actuales apuntan a que los niveles del agua aumentarán lentamente a partir de septiembre. Sin embargo, la ausencia de lluvia daría lugar a restricciones de tiro aún más severas. Los efectos crediticios negativos en ese escenario son difíciles de cuantificar. «Creemos que un empeoramiento de la sequía perturbaría particularmente las exportaciones de materias primas y bienes de la costa este de Estados Unidos y el Golfo de México, como cereales, petróleo y gas, pero también perturbaría las importaciones de bienes de Asia a Estados Unidos. Una ausencia prolongada de lluvias provocaría una crisis en la cadena de suministro similar a la perturbación experimentada tras la pandemia», detalla el reporte.

Regionalizar las cadenas de suministro

En suma, los puertos y el transporte marítimo mundial tendrán dificultades para mitigar los riesgos climáticos físicos. La única manera para que los fabricantes reduzcan directamente su sensibilidad al riesgo climático físico es comenzar a regionalizar las cadenas de suministro abasteciendo y produciendo algunos bienes más cerca de casa. Con el tiempo, esto conduciría a menores volúmenes que deben manejar los puertos y a una menor demanda de transporte marítimo, porque más del 80% del comercio mundial se entrega por mar. El pronóstico actual de la ACP apunta a que los niveles de agua en el lago Gatún aumentarán lentamente desde finales de septiembre. El mayor riesgo para el crédito es que las lluvias no caigan según lo previsto y los niveles de agua no se recuperen lo suficiente. Los efectos crediticios negativos de una situación que empeora es difícil de cuantificar. Sin embargo, perturbaría las exportaciones de materias primas y bienes de la costa este de Estados Unidos y el Golfo de México. Por ejemplo, los envíos de productos agrícolas como el maíz y la soja podrían verse obstaculizados, lo que provocaría que los precios de estos productos fueran volátiles en los mercados globales. Del mismo modo, las exportaciones de petróleo y gas de Estados Unidos podrían verse gravemente restringidas. «Creemos que la única manera para que los fabricantes reduzcan directamente su sensibilidad al riesgo climático físico es comenzar a regionalizar las cadenas de suministro abasteciendo y produciendo algunos bienes más cerca de casa. Con el tiempo, esto conduciría a menores volúmenes que los puertos deben manejar y a una menor demanda de transporte marítimo porque más del 80% del comercio mundial se entrega por mar», indica el reporte.

Recomendaciones

La recomendación del informe es que las compañías navieras podrían, al menos temporalmente, mitigar períodos más cortos de menores volúmenes debido a la inactividad de los buques, ya que más del 50% de sus costos operativos son variables. Sin embargo, los operadores portuarios de un solo activo pueden tener más dificultades para compensar los déficits de volumen, en parte debido a la naturaleza crítica de sus operaciones. Si bien la regionalización de las cadenas de suministro puede ofrecer una solución para que los fabricantes reduzcan su vulnerabilidad a los riesgos climáticos físicos, existen desafíos como la disponibilidad de capacidad de transporte aéreo y de camiones, así como mayores costos de mano de obra y materiales. «Encontrar un equilibrio entre resiliencia y eficiencia sigue siendo una tarea compleja para muchas industrias mientras navegan por el panorama cambiante del comercio global», concluye Moody’s. https://www.mundomaritimo.cl/

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