En la Facultad de Ciencias Económicas y de Administración se llevó a cabo este martes un conversatorio sobre el puerto de Montevideo y su competitividad, con el foco puesto sobre los efectos a largo plazo por el acuerdo entre el gobierno y la empresa belga Katoen Natie, por el que se prorrogó hasta 2081 la concesión de la terminal especializada en carga y descarga de contenedores, Terminal Cuenca del Plata (TCP), conformada en un 80% por la multinacional y en 20% por la Administración Nacional de Puertos (ANP).
La representante de la Unión de Exportadores del Uruguay (UEU), Margarita Varela, remarcó que la incidencia de la actividad portuaria en la competitividad de los exportadores “es muchísima”, dado que “más del 70% de la carga nuestra sale por vía marítima”.
En relación al acuerdo entre el gobierno y Katoen Natie, la vocera expresó que la postura de la gremial fue que “si vamos a asumir un compromiso muy a largo plazo, tenemos que asegurarnos de alguna manera que ese crecimiento en escala que va a tener la terminal se traslade a la carga, que hoy por hoy es cautiva”.
Respecto al aumento de la tarifa portuaria del TCP en un 13% para las exportaciones y 17% para las importaciones, la representante de la gremial contó que “estábamos esperando una nueva rebaja en función de cómo cambió el volumen que ganó TCP” en el último tiempo, ya que antes del contrato TCP operaba el 40% de los contenedores y Montecon – de capitales chilenos y canadienses– operaba el resto, cuando en la actualidad TCP tiene el 70% y Montecon el 30%.
Varela indicó que el costo por contenedor es de 324 dólares, mientras que, en otros puertos de la región, el costo es alrededor de los 80 dólares. El puerto de Montevideo “está cuatro veces más caro”, apuntó.
En este sentido, la dirigente de la gremial de exportadores señaló, según consigna La Diaria, que el desafío es cómo se regula la situación y cómo se asegura, a largo plazo, la competitividad en “una posición dominante en el mercado”, por lo que pidió crear una “unidad reguladora de servicios portuarios” con el objetivo, entre otras cosas, de que “las ganancias de escala beneficien a los usuarios finales”.
