Se trata de una obra clave para la soberanía fluvial y el desarrollo comercial. Un estudio marca los beneficios de su puesta en marcha del Canal Magdalena. Hace unos tres meses el ministro de Transporte de la Nación, Alexis Guerrera, confirmó que el Gobierno nacional estaba dispuesto a realizar el Canal Magdalena, una obra de dragado que le permitirá acaparar a los puertos argentinos una mayor cantidad de los servicios a los barcos que actualmente presta Uruguay. Ahora, un análisis muestra los seis puntos clave para su avance y desarrollo. Se trata de un análisis del Centro de Economía Política Argentina (CEPA) en el que repasa cuál es la importancia de poder avanzar con el proyecto ya que permitiría tener autonomía para el comercio exterior de nuestro país, al habilitar un recorrido fluvial sin condicionamientos externos hasta la salida al mar. https://infocielo.com/
Los problemas del comercio exterior argentino, no pasan por nuestro «control» de su tráfico marítimo. Son internos de la propia Argentina. Y no se van a solucionar con un canal, ni con dos ni con tres. Son mucho más profundos, literalmente hablando. Esto va contra el Uruguay, no a favor de la Argentina.
De todos modos, recordemos que el Canal del Indio fue una estratagema argentina para seguir ejerciendo jurisdicción (no soberanía) sobre un canal que sale frente a nuestras costas. Uruguay debería hacerse cargo del dragado del mismo entonces y ejercer jurisdicción allí. Tiene los medios para hacerlo.
Dudo que en el futuro inmediato Argentina concrete el canal, pero si lo hace, no pasa nada. Y en cuanto a los servicios, nada funciona bien allí. Por algo, los barcos paraguayos mueven sus cargas por puertos uruguayos, siendo que los argentinos están más cerca y les implicarían menos horas de navegación.
Como siempre pasa en la Argentina, lamentablemente, alguien está atrás de esto esperando una jugosa comisión, sobreprecios, sobrecostos y demás yerbas. A nadie le interesa beneficiar al exportador argentino al que, por otra parte, castigan de todas las formas posibles e imaginables.
Esa es la verdad.