En la noche del jueves 14 ,intrusos fueron sorprendidos dentro de la Base Naval del Cerro- que alberga al Comando de Infantería de Marina, los astilleros del SCRA, la Escuela de Especialidades y el Servicio de Armamento de la Armada- en absoluta infracción y actitud más que delictiva, dándose a la fuga-tras bre persecución- en una lancha, y dejando tras huida a las cercanías, a la misma. Se trataba de una embarcación Zodiac con motor fuera de borda Mercury ,remos y diversos opcionales (propios de profesionales), cabos de popa y proa, etc., además de una ubicación que reveló un absoluto conocimiento de las instalaciones y su entorno acuático. No se descarta- sino todo lo contrario- que hubieran procedido, al estar el combustible de su motor casi intacto, desde otra embarcación mayor-por recorrer una distancia muy corta hasta el objetivo- evidenciando total profesionalismo.
Luego de la persecución por parte de efectivos navales, los delincuentes huyeron ,ya de zonas pobladas, en una motocicleta de alta cilindrada, previamente destinada a cubrir esa eventualidad, caso de encontrar resistencia en su invasión del predio. Lo significativo de este caso ,es que las instalaciones en cuestión concentran la mayor parte del armamento personal de la Armada. Además, días atrás, amén del atentado con una o dos granadas M-67 (ya desafectadas del uso militar y desconocida su procedencia) a la sede de la Brigada de Narcóticos de la Policía Nacional, en el barrio montevideano de El Prado, se registró , en la ciudad de Colonia, otra tentativa de intrusión ,esta vez a una unidad del Ejército, el Batallón «Oriental», de Infantería Mecanizada No.4.,además de circular fuertes versiones relativas a tentativas de menor intensidad en centros militares o policiales del extremo norte del país. Bases ,comandos, núcleos y destacamentos militares y policiales se encuentran en estado de máxima alerta, dado que en las semanas anteriores se han dado muy severos golpes al narcotráfico, tanto respecto a cargamentos, como a capturas y extradiciones de reconocidos jefes mafiosos extranjeros a Estados Unidos.Las invasiones, ataques y robos de armas a instituciones militares o policiales ha aumentado desde hace tres años a niveles preocupantes, así como los asaltos, con un promedio de uno cada 72 horas a personal uniformado o de agencias de seguridad privada, para quitarle su armamento, frecuentemente con daños personales, además de hurtos premeditados contra diversas armerías. . (Javier Bonilla)