“Prefectura de Carmelo patrulla Puerto Conchillas, espigón al ingreso al Arroyo de las Vacas y el Puerto Camacho en prevención al #COVID__19 y brindando seguridad en su área de jurisdicción,” tuiteó este domingo la Armada Nacional. En la publicación vienen fotos donde se ven efectivos de Prefectura en diversos lugares de la zona realizando patrullaje. (Fuente Carmelo Portal)

Patrullaje nocturno: ¿por qué ahora hay helicópteros que sobrevuelan Montevideo?

Policías vigilan desde el aire con cámaras infrarrojas y potentes focos. El ruido de las hélices rompía el silencio de la noche. Mientras la ciudad se preparaba para dormir, a varios metros del suelo el sonido del helicóptero de la Policía captaba la atención de varias personas en diferentes barrios de Montevideo. A ese ruido se sumaba un foco de luz que cortaba las avenidas en varias direcciones. “Otra vez el helicóptero ¿Qué está haciendo? Está pasando todos los días y ahora va iluminando la calle, algo está buscando”, comenta un vecino del Buceo mientras mira hacia el cielo. Es que apenas unos días atrás comenzó una nueva forma de patrullaje policial: la que observa en la noche, desde el cielo. La Unidad Aérea de la Policía Nacional cuenta con cuatro helicópteros y dos aviones para reforzar la seguridad desde la altura. El cuarto aparato fue puesto en operaciones la semana pasada por la unidad y posee una cámara infrarroja y un foco que gira a 360 grados para poder apoyar a los patrulleros que se mueven por tierra cuando la ciudad oscurece. A partir de ahora, el sonido del helicóptero y la luz de su foco se convertirán en parte del paisaje nocturno de Montevideo. “El patrullaje aéreo era diario, pero ahora se cambiaron los horarios, se incrementó el tiempo de los vuelos y se dispuso de vuelos en algunos períodos de la noche”, explicó a El País Eduardo Cheker, director de la Unidad Aérea de la Policía Nacional. Desde el 7 de mayo, la Policía comenzó a patrullar en el cielo de manera preventiva y también para apoyar en algún operativo policial si así se requiere. Cheker indicó que estos vuelos nocturnos comenzaron a realizarse “ciertos días de la semana en diferentes horarios” y que aún están “viendo cómo se va desarrollando la actividad”. “La idea a futuro es hacerlo más días”, anticipó.

Refuerzo

Tres policías son los que necesita el helicóptero para sobrevolar la ciudad de noche: un piloto y dos observadores. El piloto es el encargado de manejar la patrulla aérea y de estar atento a si surge un evento policial que lo haga tener que cambiar el rumbo que se preestableció para esa noche. Uno de los observadores policiales tiene un control remoto desde donde dirige la luz a las zonas públicas y calles. Este foco gira 360 grados y se va moviendo alrededor del helicóptero. El otro observador es el que está en contacto con el Centro de Comando Unificado (CCU). Su rol es estar pendiente de los sucesos delictivos y en constante contacto con el CCU. Generalmente esta patrulla aérea establece una zona determinada para ayudar a complementar el trabajo policial nocturno. “Se trabaja mucho con el CCU, con información que ellos tienen de las zonas y que pueden tener un cierto número de delitos. Las tenemos prefijadas”, explicó el director de la unidad. Entre cuatro y seis horas el helicóptero sobrevuela el área metropolitana durante el día. En la noche se está patrullando cerca de cuatro horas. Generalmente el vuelo se hace entre las 20:00 y las 22:00 horas. Si bien el patrullaje aéreo comienza su tarea como forma preventiva, esto puede cambiar de un momento a otro. Cheker indicó que si ocurre algún hecho importante, el CCU avisa al observador para que concurra el lugar. “Hay que tener en cuenta que en Montevideo estamos en dos o tres minutos en cualquier parte y que llegamos antes que un patrullero por tierra”, explicó. Una vez que están en el lugar se van comunicando e informando sobre el suceso a los policías que están en tierra. “A veces hemos encontrado autos hurtados que se dejan tirados. Los ubicamos, avisamos y van los patrulleros a asegurar la escena”, puntualizó. Esta modalidad de vuelo nocturno es nueva y tanto los policías aéreos como los terrestres se están acostumbrando a la herramienta. Los helicópteros también están a la orden de las jefaturas del interior. “Se han utilizado en otros departamentos para algún operativo puntual. Se coordina y se envía el helicóptero, se traslada volando y se envía una unidad de tierra para la logística”, indicó Cheker.

Aumenta el horario de vuelo sobre la capital

La Unidad Aérea de la Policía Nacional se creó en 2015. Empezó siendo solo una aeronave que sobrevolaba la carretera para controlar el flujo de vehículos en los cambios de quincena y luego se sumó el trabajo del patrullaje forestal para avistar columnas de humo y también incendios. Como el trabajo fue exitoso, en 2017 se sumaron tres helicópteros a la unidad y una nueva tarea: ayudar a combatir los hechos delictivos. En esta nueva administración se decidió reforzar con la tarea de la policía desde el aire y se incrementaron las horas de vuelo durante el día. Además, ahora se disponen de dos helicópteros con foco para patrullar y reforzar la seguridad cuando cae el sol.

Resultados positivos tras los primeros días

El sábado 9 de mayo varias personas estaban descargando armas desde un auto gris en la zona de Liga Federal y Avenida Ideario Artiguista. Cuando la Policía llegó al lugar vieron el auto y dieron la voz de alto, pero el vehículo comenzó a huir. En ese momento el Centro de Comando Unificado (CCU) dio aviso a la policía aérea. El helicóptero fue iluminando la ruta por la cual escapaba el auto e informando a las patrullas por tierra. Fue así que se logró la detención del hombre que conducía el vehículo. “Los días que estuvimos operando hubo buenos resultados y buenos operativos del uso del helicóptero”, explicó el director de la Unidad. En una versión original de esta nota se escribió que el cuarto helicóptero fue adquirido la semana pasada cuando en realidad fue en la administración anterior. Lo correcto es que la semana pasada fue puesto a volar como patrulla nocturna. (Fuente: El Pais)