La Comisión Administradora del Río Uruguay (CARU) actualizó el Digesto por el cual se establecen –entre otras cosas– los parámetros de contaminación máxima que pueden volcarse al río Uruguay. La normativa binacional incluye además el control de algunos contaminantes como el fósforo y el nitrógeno que antes no estaban considerados, y que generan como hecho más visible la proliferación de las cianobacterias. El vicepresidente de la delegación uruguaya ante la CARU, arquitecto Rogelio Texeira, dijo a EL TELEGRAFO que el nuevo “Digesto sobre el uso y aprovechamiento del río Uruguay” aprobado en diciembre por el organismo binacional, profundiza la reglamentación de los niveles de contaminación que pueden registrarse en el paterno, y aclaró que en ambos países –Uruguay y Argentina– se deberá respetar la normativa nacional si es más exigente, y en el caso de los aportes industriales de fósforo, que mientras la CARU marca una presencia máxima de hasta 100 mg por litro, la normativa de la Dirección Nacional de Medio Ambiente (Dinama) de Uruguay tiene un máximo de 25 mg por litro, por lo que ningún efluente industrial –como sería el caso de las plantas de UPM– puede superar esa medición. https://www.eltelegrafo.com/