Día mundial de las ballenas y los delfines: ¿Hay menos ballenas en nuestras costas o las vemos menos?

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¿Sabías que desde hace 33 años, se conmemora cada 23 de julio, el Día Mundial de las Ballenas y los delfines? Te contamos de qué se trata y qué peligros corren dichas especies en el Atlántico sur. 21 de julio. Mediodía de domingo. Playa Serena, La Paloma. Visitantes y vecinos disfrutaban de un insospechado clima veraniego acostados en la arena. En el Océano, a lo lejos, un grupo de ballenas realiza el comportamiento típico del pre cortejo, que se reconoce cuando una ballena persigue a la hembra en celo pero sin interacción. Algunos observadores transmitieron urgentemente el aviso a las redes, como para sumar testigos al suceso: las primeras ballenas en llegar en el inicio de la temporada de avistamientos en Uruguay.

 No molestar

El avistaje de ballenas se practica en nuestro país mayormente desde la costa,  para ello, fueron colocadas plataformas de madera, ubicadas estratégicamente a lo largo de la costa de los departamentos de Maldonado y Rocha, en donde suelen ser vistas durante los meses de julio y octubre. Desde hace quince años, y según datos de OCC (Organización para la Conservación de Cetáceos) el crecimiento promedio de la visita de ballenas en la región fue de entre un 12 y un 15 %. Pero, otro dato curioso despierta inquietud en los especialistas: se está volviendo cada vez  más común avistar ballenas cada vez más lejos de la costa.

Desde lejos no se ve

“En Uruguay -indicó Rodrigo García- hace varios años venimos viendo que hay grupos de ballenas que no están dentro de la zona visible y están más alejadas de la linea costera, a 10 o 15 millas mar adentro. Y no es que están navegando, están con los mismos comportamientos que en la costa, ya sea de persecución, o comportamiento de madre – cría…”. Según explicó García, si bien las causas son difíciles de determinar, se están recabando datos para determinar las razones: “nosotros lo que vimos y un poco estamos recabando, según algunos testimonios fidedignos que tenemos en la costa como en la zona puntual de Valizas, es lo que nos dicen los pescadores artesanales, que las ballenas les han roto muchas redes”.Sin embargo, no se trata de un tema nuevo: “el problema con las redes de pesca artesanal es algo que viene ocurriendo hace mucho tiempo, no sólo en nuestras costas, sino también en las costas de Brasil. Las ballenas tienen una memoria tremenda, un desarrollo cerebral muy importante, son capaces de recordar y, probablemente, tengan este problema en cuenta y quieran evitar quedar encalladas con redes y evitan la costa por la cantidad de redes que hay”. García subrayó, además, que este es un problema creciente: “algunos pescadores artesanales de La Paloma están construyendo paños demasiado grandes, demasiado largos y demasiado altos, porque hay poca pesca. Esta es la tendencia en el mundo, en el norte es el problema que tienen con la Ballena franca: las grandes extensiones de redes que son el principal problema de muerte en el atlántico norte, quedan enmalladas y terminan muriendo”.

Grave problema de difícil solución 

Sobre lo que ocurre en nuestras costas, García recalcó que “acá nosotros tenemos testimonios de ballenas con redes en la cabeza, que rompen. Si bien no se han registrado muertes, se han registrado ballenas con las redes en la cabeza, con el cabo o en el tronco caudal… entonces, este puede ser un factor importante para que no estén en cerca de la costa”. Este fenómeno es conocido como by catch: la captura no deseada, y que provoca la muerte de tortugas y delfines, entre otros: “es un gravísimo problema que va en aumento en función de la falta de pesca, porque cada vez se colocan más redes y eso hace que haya más capturas no deseadas. Éste es uno de los mayores problemas que vive el océano con especies amenazadas como la franciscana”. Sin embargo, si bien no hay avances en esa materia, según García, están trabajando para lograr cambios “no hay soluciones planteadas pero sí hay soluciones para esto. Los sistemas de pesca con redes se tienen que terminar, tiene que haber una modalidad más eficiente y que se mantenga el mismo rendimiento y productividad, y menor esfuerzo humano. Hoy hay un enorme ineficiencia. Nosotros estamos trabajando para ver un posible éxito de esto, para cambiar los métodos de pesca”, cerró.

Para ellas, el Sur también existe…  

Las primeras noticias de la temporada de ballenas llegan casi siempre desde el sur, desde la Patagonia Argentina. Ese lugar donde la vida de los cetáceos resulta ser un  recurso turístico altamente valorado. Pero allí han encontrado, además de su lugar predilecto, un enemigo implacable: las gaviotas cocineras. Según el portal de divulgación científica Argentina Investiga: “la superpoblación de gaviotas cocineras (Larus dominicanus) hizo que incluyeran en su dieta a la ballena franca del sur que va a reproducirse al Golfo San José y al Golfo Nuevo en Península de Valdés, ubicado en la provincia argentina de Chubut. La ballena franca del sur es la única especie que hasta el momento es atacada por estas gaviotas que hieren su lomo provocándole profundas ulceraciones que muchas veces se infectan y le generan grandes riesgos”. Los picotazos les causan dolor a las ballenas, alteran su comportamiento normal e incrementan su gasto de energía durante un período muy sensible de su ciclo vital: la crianza de los ballenatos. Las ballenas aumentan su velocidad de natación y cambian su postura de descanso arqueando la espalda para evitar los picotazos, que interrumpen el amamantamiento y el normal desarrollo de las ballenas recién nacidas, según informes del Instituto de Conservación de Ballenas (ICB), en Argentina.

Después del récord

El primer vuelo para detectar la cantidad de ballenas, se realizó la primera semana de julio y comprendió toda la franja costera, entre la desembocadura del Río Chubut y el límite con Río Negro, en Puerto Lobos. Ese vuelo confirmó la presencia de 301 animales, entre machos y hembras solitarias, hembras con crías y crías nuevas. El año pasado, en el Sur, hubo un récord de nacimientos: esperaban 500 y superaron los 700.

Calendario ballenero

El 23 de julio de 1986 la Comisión Ballenera Internacional (CBI) decidió proclamarlo como el Día Mundial Contra la Caza de Ballenas, hoy conocido como Día Mundial de las Ballenas y los Delfines. En nuestro país, estamos a punto de inaugurar la temporada de avistajes, algo que ocurrirá en La Paloma el domingo 4 de agosto desde las 15 horas en el Hotel Palma de Mallorca, ubicado en La Aguada, donde habrá varias actividades para toda la familia convocadas por la Organización para la Conservación de Cetáceos (OCC).

https://lapalomahoy.uy

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