El desarrollo vino después de 1814

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Llego inversión privada: Liebigs, ferrocarriles, astilleros, FNP, industrias y los bancos. A veces pensamos en la España que ocupó pero no descubrió (sabiduría) el Río de la Plata para decirlo con visión regional generosa, si exceptuamos a la Real Armada Española que nos instaló el Apostadero Naval por razones de logística de valor político. Tampoco habíamos recibido nada de los portugueses y eso que eran laderos de los ingleses hasta por un viejo Tratado. Porque en realidad fue la otra Europa la que pulsó las necesidades y ambiciones y hasta los potenciales del Río de la Plata y en particular de Montevideo que es lo que nos importa: bahía estratégica, ríos, vacas, pasturas naturales, no montañas. Apenas Vigodet abandonó la ciudad en 1814, vino el gran cambio que los ingleses ya habían sembrado anos antes. Y comenzaron a llegar barcos de todo tipo cuyo armador al principio era el propio capitán que se lanzaba a la aventura comercial. Ellos fueron al principio los verdaderos y audaces «entrepreneurs» que trajeron cambios al lanzarse desafiadamente al intercambio comercial y así llegaron a Montevideo con mercaderías. Hay un informe sobre todo de armadores franceses de cómo veían y cuanto sabían del Río de la Plata y de Montevideo en particular gracias a la visión de observadores comerciales que durante la dominación española habían los franceses enviado a estas latitudes; no buscaban oro ni plata sino negocios. Y tan pronto marchó Vigodet, aquellos comenzaron a dejar mercaderías que jamás habíamos visto en nuestra plaza y se llevaron frutos del país e implantaron en Montevideo representantes o mejor aún sucursales, caso de los Taranco, Numa Pesquera, los Carrau y otros tratándose de los españoles y catalanes que también vinieron con los barcos que los tenían. Pero los otros europeos se vinieron con la tecnología, con los bancos, con la mercadería, con la inversión y con las industrias, en lo cual fueron muy hábiles sobre todo los franceses y alemanes y repetimos los catalanes, con sus barcos, astilleros, telares y máquinas a vapor, cuando aún estábamos a mediados del siglo XIX. Los cambios vinieron sin duda con la libertad y en 1821 ya se construyó un muelle de 60 metros en Maciel pero Gowland construyó otro mucho más largo en 1840, un muelle de 110 metros en lo que sería la prolongación de la calle Colón, expresiones de tecnología que admiramos después de los españoles. También hay que decirlo: nos metieron en una guerra no deseada. El 56% de la población de Montevidero era extranjera, así que fueron ellos los verdaderos progresistas de estas tierras vírgenes: eran franceses, alemanes, prusianos, de Dantzig, venecianos, rusos, búlgaros, croatas, italianos y los propios españoles en su mayoría del norte de España. Fueron muchas las embarcaciones de esas banderas que llegaron a Montevideo y posibilitaron el intercambio comercial. Por entonces ya estábamos impregnados de cultura francesa y ya eran muchos los uruguayos que cursaban estudios profesionales en Francia. La cultura francesa estaba instalada. En 1840 y pico los franceses ya estudiaban formalizar servicios marítimos regulares entre el Río de la Plata con el Mediterráneo y con el norte de Europa. Los ingleses y españoles hicieron lo mismo. Para entonces ya teníamos una hermosa y segura bahía operativa y un ámbito cultural maduro, abierto para recibir el establecimiento Liebigs en Fray Bentos, ya teníamos la Universidad creada por Oribe, teníamos la Ley de Tránsito en 1837. Un año después habíamos enviado a España nuestro primer barco uruguayo, el «Eolo», luego los ferrocarriles, ya teníamos casi una flota fluvial de 1800 barcos, el dique seco de Cibils y Puig, astilleros en todo el litoral, la Fábrica Nacional de Papel que pasó de Montevideo a Sauce, la Escuela de Artes y Oficios, la Cámara de Comercio Francesa, el Colegio Carnot antecesor del Liceo Francés,el Proyecto de Construcción del Puerto de Montevideo en 1898 que era francés, consolidación de la industria cárnica, frigoríficos, la electrificación, los tranvías en 1908, Montevideo atraía mucho a ingenieros y arquitectos franceses y diríamos hasta médicos. Les gustaba el país y su estilo. Recuerdo (12) que en en la Feria de Libro abundaban los libros de medicina. El puerto de Montevideo fue inaugurado el 25 de agosto de 1909 y obviamente como ocurre casi siempre, no había sido terminado ese día sino que su desarrollo involucró varios más tarde. Y esto fue importante. Pero lo que nunca nos cansaremos de repetir es que por encima del pensamiento de los ingenieros alemanes y franceses, los profesionales uruguayos involucrados desde el principio en esta obra siempre tuvieron la visión que Montevideo debía ser un puerto con un calado de 10 metros de profundidad y no 7.50 metros como se proponía y eso fue una actitud ideal, genial de parte de nuestros inteligentes profesionales que también habían estudiado en Francia. Dos años después de inaugurado el puerto, los barcos seguían operando en el antepuerto a lancha para ahorrarse los costos de muellaje. Pero el decreto de la ANP (Consejo de Administración de Puertos) vino y el atraque a muelle fue compulsorio. Así que había que atracar sí o sí. Es interesante conocer el movimiento comercial del puerto de Montevideo luego de dos años de construido o sea en 1911 con pleno funcionamiento de los muelles excepto la Dársena Fluvial cuya ejecución es de los años 20 y tampoco estaba el Edificio de la Aduana inaugurado en agosto de 1934 pero sí estaban los depósitos Santos, Aduana Nueva, Julio Herrera y Obes y Artigas que venían de 1886. De una estadística de un Despachante de Aduana pudimos reconstruir el movimiento de barcos y cargas que se produjo aquel año de 1911 y damos a continuación una síntesis. Yendo a los libros y documentos de nuestros archivos, encontramos la siguiente perla que ilustra el Uruguay económico del primer semestre de 1911.

A continuación ofrecemos una estadística de las mercaderías que se importaban y exportaban por el puerto y sus toneladas.

Exportaciones

Carne congelada: 21.182 toneladas

Tasajo: 32.000 toneladas

Cueros salados:14.200 toneladas

Cueros secos: 4.000 toneladas

Cueros lanares: 5.500 toneladas

Lana: 42.400 toneladas

Lenguas: 1.700 toneladas

Sebo, grasa: 7.700 toneladas

Huesos y cenizas: 7.800 toneladas

Trigo, maiz, lino,harina, etc.: 8.000 toneladas

En total en el primer semestre de ese año se habían manejado por el flamante puerto de Montevideo 150 mil toneladas de carga de exportación

En cuanto a las importaciones que hacia Uruguay en ese mismo año fueron las siguientes:

Comestibles y bebidas: 67.000 toneladas

Mercaderías generales (2): 122.000 toneladas

Sal: 17.000 toneladas

Carbón mineral:310.000 toneladas

Maquinarias: 4.000 toneladas

Maderas: 38.500 toneladas

Hierros: 28.700 toneladas

Portland: 28.800 toneladas

Baldosas: 6.700 toneladas

Otros materiales de construcción: 7.000 toneladas

Total se importaron en el semestre: 645.000 toneladas

Las cargas en tránsito fueron: 8.000 toneladas

(1) Entre las mercaderías generales había un alto porcentaje de alambre, también clavos, cerámicas, herramientas, maquinaria, pintura, alquitrán, kerosene, gasolina, aceite, etc.  https://negocios.elpais.com.uy

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