Una fuerte controversia ha generado en Islandia un proyecto de ley que propone el uso de drones para vigilar a la flota pesquera islandesa, con el propósito de frenar la práctica de descartar las capturas y controlar el fraude. El polémico proyecto fue presentado por el ministro de Pesca, Kristján Þór Júlíusson, quien detalló que abarca todos los puertos pesqueros, los titulares de licencias de pesaje y los buques dedicados a la pesca comercial, informó RÚV. El proyecto de ley propone la instalación de cámaras de vigilancia en todos los buques pesqueros, para controlar la pesca y el procesamiento de las capturas. Además, la Dirección de Pesca operaría una flota de aviones a control remoto para supervisar todas las actividades en la industria, y su personal tendría acceso electrónico al sistema de cámaras. «No cabe duda de que si se implementan estos planes serán un modelo para otras autoridades de supervisión, y dentro de unos años los islandeses podrían vivir en una sociedad vigilada a un nivel sin precedentes, que hasta ahora solo existía en novelas y películas», señaló la Confederación de Empresas Islandesas SA en un comunicado en el que manifestó su oposición a la iniciativa. El ministro respondió a esa declaración, titulada ¿El ojo que todo lo ve del Estado?, aclarando que no tenía la intención de crear un sistema de vigilancia extrema como el denunciado por SA, informó Reykjavík Grapevine. «No tengo planes de aumentar la vigilancia de una manera tal que una institución del gobierno se convierta en el ojo que todo lo ve que está siendo descrito. Esa no es mi intención, ni mucho menos”, aseguró el titular del Ministerio de Pesca. Júlíusson recordó que la vigilancia con cámaras ya se aplica en la industria pesquera, y criticó a la confederación por no proponer medidas alternativas para abordar las deficiencias existentes en la supervisión. Empero, el gerente general de SA, Halldór Benjamínsson, afirma que el uso de cámeras y de una flota de drones teledirigidos apunta a lograr un monitoreo omnisciente de la conducta de aquellos que trabajan a bordo los buques pesqueros, en todos los puertos, equipos de transporte y plantas procesadoras de pescado. En su opinión, esto sentaría un precedente en otros segmentos de la sociedad, creando el riesgo de transformar a Islandia en «una sociedad bajo vigilancia sin precedentes», hasta ahora solo conocida en ciencia ficción. Desde SA señalan que la historia ha demostrado que el aumento del monitoreo en un sector crea una demanda similar en otro. También mencionan los altos costos que probablemente implique un monitoreo de ese tipo. SA sostiene que las presuntas violaciones de las leyes en el sector no deben llevar a que todos sean considerados sospechosos y a la suposición de que los trabajadores violan la ley mientras hacen su trabajo. El proyecto de ley en cuestión todavía está en la fase borrador, lo que significa que puede haber varias revisiones antes de que llegue al parlamento para su votación. www.fis.com
