Por Juan Oribe Stemmer
En un reportaje reproducido en el sitio visiónmarítima.com.uy, el presidente de la ANP, admitió que, “hemos tenido 60.000 movimientos que hicieron las barcazas (procedentes de Paraguay) este año, frente a 78.000 en el período pasado. Hay una merma, del 30%…” “La pérdida de carga es multicausal”, explicó. “Pero notamos que una, en particular, fue que los operadores de los muelles públicos carecían del equipamiento suficiente (para responder a la demanda)”. El entrevistado dijo que “Es evidente que hay una orientación de algunas navieras y operadores que trabajan a nivel internacional que están desviando cargas hacia otros puertos de la región”. Para remediar aquella falta de equipamiento, agregó, “le pedimos al Poder Ejecutivo convertirnos, en este caso, en operadores y que nos habilitara la compra de una grúa, como ya se realizó en los puertos de Paysandú, Nueva Palmira y Fray Bentos”, que también son administrados por la ANP. La entrevista plantea cuestiones fundamentales: la disminución de la llegada de cargas paraguayas; que “algunas navieras y operadores que trabajan a nivel internacional” desvían cargas hacia otros puertos de la región; que “los operadores de los muelles públicos” carezcan del equipamiento suficiente; y que la ANP vuelva a ser un proveedor directo de servicios de manejo de la carga en Montevideo. Es indiscutible que la disminución del movimiento de contenedores paraguayos es el resultado de una combinación de circunstancias. Algunas en un nivel global (concentración en el sector del transporte de contenedores) y otras en uno regional (como los esfuerzos que realiza la Argentina para mejorar sus puertos). Debería preocuparnos que “algunas navieras y operadores” desvíen cargas hacia otros puertos. Especialmente, cuando la Autoridad portuaria argentina está considerando adjudicar las terminales de contenedores del Puerto de Buenos Aires a una empresa naviera. La tendencia a la concentración vertical y horizontal en el sector del transporte de contenedores tiene sus ventajas y, también, sus desafíos. Es importante estudiar más a fondo cuáles son las consecuencias de ello, para el Puerto de Montevideo. El principio siempre debería ser favorecer en la medida de lo posible el libre funcionamiento de la mano invisible de la competencia. Pero, las afirmaciones del Presidente de la ANP parecen indicar que las principales causas de la caída del 30 % en la llegada de contenedores paraguayos se encuentran en el Puerto de Montevideo y destaca la falta de equipamiento. La disminución del movimiento de contenedores paraguayos habría sido de unos 18.000 contenedores. Ahora, en el período enero-julio de este año el movimiento de contenedores que entraron al Puerto fue de 214.376 teu y el movimiento total (contenedores entrados+salidos) fue de 469.577 teu. Esto significaría que la disminución del movimiento de contenedores paraguayos representó apenas el 8,4 % de los contenedores entrados y el 3,8 % del movimiento total.
¿El Puerto de Montevideo no tiene capacidad suficiente como para absorber esa pequeña proporción de contenedores? ¿La única forma para resolver el problema es que la ANP vuelva a ser una proveedora directa de servicios de carga y descarga? ¿No existen mecanismos más económicos y eficientes para resolver el problema? https://www.elpais.com.uy