Así lo señala un informe publicado por la revista «Science Advances», que resalta cómo el dominio de la pesca por parte de los países ricos ha aumentado en los últimos años. Cinco países de ingresos altos -China, Taiwán, Japón, Corea del Sur y España- acaparan la pesca industrial tanto en zonas de alta mar como en las Zonas Económicas Exclusivas (ZEE) de naciones más pobres, que perderían así un importante aporte proteínico de los animales marinos. Así lo señala un informe publicado hoy por la revista «Science Advances», que resalta cómo el dominio de la pesca por parte de los países ricos ha aumentado en los últimos años. En 2016, el 97 % de las capturas por pesca industrial fueron realizadas por países de ingresos altos y de ese porcentaje, un 86 % corresponde a los grandes barcos de los cinco países dominantes. Aún más destacable es el hecho de que el 78 % de las capturas industriales de pesca se producen en las aguas nacionales de países de ingresos bajos, que pierden así una importante fuente de alimentación. Según los datos del estudio, dirigido por Douglas J. McCauley, del departamento de Ecología, Evolución y Biología Marina de la Universidad de California (EEUU), en 2016 se capturaron 110 millones de toneladas métricas de pescado salvaje con un valor estimado de 171.000 millones de dólares. Y unos 3.000 millones de personas -algo más del 40 % de la población mundial- ingirieron el 20 % de las proteínas procedentes de animales acuáticos, con picos de hasta el 50 % en algunos países.
Además, resaltan los expertos, los productos del mar aportan otros nutrientes importantes para la salud humana, más allá de las proteínas. Por ejemplo, 845 millones de personas están actualmente en riesgo de experimentar deficiencias de micronutrientes esenciales, incluido el zinc, el hierro y la vitamina A, un número que se espera que aumente si disminuye, como se prevé, el potencial de pesca y el suministro per cápita de pescado para 2050. McCauley y los expertos que colaboraron en el estudio utilizaron los datos suministrados por el Sistema de Identificación Automático (AIS, por sus siglas en inglés) instalado en los barcos de más de 24 metros de eslora, que son los utilizados para las capturas industriales. En otro estudio publicado también en «Science Advances» y relacionado con la pesca, se analiza la distancia que recorren los barcos para realizar las capturas y cómo ha evolucionado su recorrido entre 1950 y 2014. Los datos del estudio señalan que el punto máximo de expansión de los límites de la pesca industrial se registró en 1996 y que desde la década de 1990 se ha producido una reducción del área de capturas. Esto indica, según los expertos, que se ha alcanzado el tope en la expansión geográfica de la pesca industrial. David Tickler, del Laboratorio del Futuro de la Marina de la Universidad de Western Australia, señala que desde 1950 se duplicó la distancia recorrida por los barcos de las flotas de España, Taiwán, Corea del Sur y China, con una media de 3.000 kilómetros desde sus puertos. Estos países pasaron de recorrer 2.000 kilómetros en 1950 a 4.000 en el 2014, mientras que las naciones de la antigua URSS redujeron sus viajes tras la desintegración soviética y pasaron de pescar en Argentina, Uruguay o Brasil a hacerlo en el noreste atlántico, Europa y el Pacífico occidental. Y otras naciones con tradición pesquera se quedan en zonas más cercanas a sus puertos de origen. Por ejemplo, Perú se centra en la pesca doméstica de la anchoveta peruana. Los subsidios recibidos por sus Gobiernos permitieron a los barcos aumentar su área de pesca, lo que llevó a que más del 90 % de los océanos del mundo se convirtieron en zonas de capturas, frente al 60 % en los años cincuenta. Pero la expansión se ha paralizado por el descenso de la pesca. Si en los años cincuenta se capturaban 25 toneladas de pescado por cada 1.000 kilómetros recorridos, en 2014 eran solo 7 toneladas, un dato que demuestra la amenaza contra la sostenibilidad bioeconómica de la pesca. EFE https://www.montevideo.com.uy