Solo desde 2016 en el tramo de hidrovía de Argentina, se han realizado casi seiscientos procedimientos de incautación de drogas. Drogas que circulan por la Hidrovía Paraná-Paraguay. Buques de diferentes nacionalidades transitan los 3400 kilómetros de ríos fronterizos y el Mercosur no logró aún un acuerdo para hacer controles conjuntos. Eso permite el crecimiento de las actividades ilegales.
El artículo del colega Martín Dinatale para Infobae, desnuda la falta de controles existentes en la Hidrovía, que hoy es un “colador” del narcotráfico. Son 3400 kilómetros de un amplio corredor fluvial que hoy tiene dificultades de control. Por allí circula buena parte del comercio exterior del Mercosur pero también el contrabando de mercaderías, la salida ilegal de grandes toneladas de soja y el tráfico de drogas de todo tipo. La denominada Hidrovía se ha convertido en el verdadero desvelo del gobierno y el Ministerio de Seguridad está concentrado en este canal rojo en su plan de lucha contra el narcotráfico. Desde la frontera norte del río Paraguay, pasando por todo el río Paraná y el río Uruguay, la famosa Hidrovía se convirtió en los últimos años en un “colador” del narcotráfico y el control del contrabando requiere de un urgente abordaje de Argentina, Paraguay, Brasil, Uruguay y Bolivia. Pero todavía no se logró llegar a un acuerdo diplomático para avanzar con este tema y los tiempos de la diplomacia son superados por los de la delincuencia. Según cifras del Ministerio de Seguridad y la Prefectura, entre el 2016 y lo que va de este año la Argentina realizó en la Hidrovía 588 procedimientos de incautación de mercaderías, hubo unos 740 detenidos, se lograron secuestrar 22.201 kilos de marihuana y se detuvo el contrabando de mercaderías por más de 64 millones de pesos. En los operativos de incautación de mercaderías hubo de todo: desde contrabando de cigarrillos, hasta indumentaria, combustibles, electrodomésticos, autopartes y alimentos. En la zona sur de la Hidrovía el contrabando de marihuana es el más reiterado mientras que en el norte se potencia el tráfico ilegal de soja o cocaína. Para atacar este flagelo, la Argentina compró cuatro lanchas de última generación a Israel para controlar la Hidrovía. Se reforzaron los controles de Gendarmería y Prefectura a lo largo de todos los ríos de la Hidrovía, el año pasado crecieron los rastrillajes en la costa y se potenció el trabajo conjunto entre Seguridad y Aduana en más de 42 puertos. Prefectura tiene puestos fijos en Alto Paraná, Corrientes, Goya, San Lorenzo, Formosa, Zarate y El Dorado. También se aumentaron los controles rotativos. En enero pasado, se realizaron tareas preventivas mediante técnicas de inteligencia criminal para resguardar la zona de la hidrovía. En esta línea de acción, la Prefectura Naval Argentina incautó 465,865 kilogramos de marihuana que eran transportados en una lancha desde Paraguay hacia nuestro país. También hubo el año pasado un mega operativo en el Puerto Mani donde se encontró un buque con un cargamento de 65 paquetes termo sellados que contenían 34,330 kilogramos de pseudoefedrina y 8,660 kilos de metanfetamina; armas de fuego de distintos calibres y fusiles de asalto. Y el operativo “Narco Buque” de enero del año pasado detectó casi 8 toneladas de marihuana en la hidrovía que procedían de Paraguay. Sin embargo, los controles no parecen ser suficientes y hay un tema de fondo que la Argentina no logra resolver aún: la ausencia de un acuerdo internacional entre los países del Mercosur y Bolivia para realizar operativos conjuntos y ejercer un mayor control en la Hidrovía.
¿Cuáles son los problemas que genera esta falta de acuerdo?
En la actualidad si un buque de bandera extranjero pasa por el río Paraguay y por el río Uruguay, considerados aguas internacionales, la Prefectura no lo puede detener. Posiblemente cuente con datos fehacientes de que ese buque está “contaminado”, como dicen en la jerga. Pero por tratarse de una embarcación extranjera no se le puede incautar las drogas o el contrabando que lleve. El acuerdo apunta a permitir estos operativos más allá de la bandera del buque. “Estamos detrás de un acuerdo entre los cinco países para ordenar y controlar todo lo que se traslada en la Hidrovía. Y desde la trazabilidad tanto de carga y buques, realizar el trabajo de seguridad pública”, explicó a Infobae Matía Lobos, subsecretario de Control y Vigilancia de Fronteras que depende del Ministerio de Seguridad. Los países del Mercosur y Bolivia llevan más de 10 años tratando de cerrar este acuerdo y no hay respuestas. En la última reunión de representantes de cada país por este tema que se realizó el 22 de febrero pasado hubo un ultimátum de Brasil y la Argentina para cerrar la firma de este convenio. Pero desde Paraguay y Bolivia siguen poniendo reparos. Según confiaron fuentes de la Cancillería, el acuerdo para desplegar un mayor control entre los países en la Hidrovía contempla varios puntos centrales para los operativos de seguridad conjunto. Por lo pronto, el borrador del acuerdo prevé un “código internacional” de protección de buques para instalar en los puertos. También está contemplado un manifiesto internacional para declarar el tránsito aduanero; la creación de una base de datos compartido con información sobre trazabilidad de cargas y de tripulaciones; los operativos de control conjunto entre las fuerzas de seguridad de todos los países. El punto más sensible del acuerdo quizá sea aquel que tiene que ver con el “aporte de la sociedad civil”. Esto es la obligatoriedad para que las empresas navieras colaboren en la información y en el manejo de la seguridad de carga. Una calificada fuente del Ministerio de Seguridad advirtió que si Paraguay y Bolivia siguen poniendo reparos se avanzará con un acuerdo unilateral con Brasil y Uruguay para avanzar en operativos conjuntos y profundizar así la lucha contra el narcotráfico y el contrabando en la Hidrovía. http://www.elecodigital.com.uy