Puerto Busch absorbería hasta un 50% de la carga que ingresa y sale por los puertos chilenos. Tras los perjuicios sufridos por la huelga de los funcionarios aduaneros de Chile, que paró a miles de camiones por varios días en la frontera, parte importante del empresariado de Bolivia ha mostrado si inclinación por potenciar la salida por la hidrovía al Atlántico según informó El Deber. A través de la hidrovía Paraguay-Paraná, Bolivia podría contar con un puerto estatal soberano en aguas internacionales útil para el transporte de carga a ultramar, reduciendo su dependencia de los puertos chilenos. El gerente del privado Instituto Boliviano de Comercio Exterior (IBCE), Gary Rodríguez, sostuvo: «Quien dude que la hidrovía Paraguay-Paraná es una alternativa al uso de puertos chilenos está equivocado». En la hidrovía, los productores de Santa Cruz cuentan con Puerto Gravetal, Puerto Aguirre y Puerto Jennefer, mientras que el Estado tiene un puesto militar en Puerto Busch, para el que perfila un «megaproyecto» de desarrollo.

Pérdidas por paro aduanero

La última huelga de diez días de los aduaneros chilenos causó que miles de camiones de ida y de vuelta a Bolivia quedaran parados en la frontera, causando pérdidas que alcanzaron los US$11 millones diarios para los empresarios bolivianos. Desde 2015, al menos cinco huelgas en Chile de diversa duración perjudicaron el transporte de la carga, lo que también provocó reclamos de parte de Bolivia de que se incumple con el libre tránsito acordado tras la guerra del Pacífico en 1879, que le costó a Bolivia la pérdida de su costa. Ante la dependencia de las terminales de Chile y por el temor de algo similar si solo se desarrolla una alternativa hacia los puertos del sur de Perú, el empresariado justifica la necesidad de transformar Puerto Busch en un complejo portuario.

Hidrovía en crecimiento

Gary Rodríguez, señaló que a través de los tres puertos privados mencionados anteriormente ya se mueve 1 millón de toneladas de carga de exportación y medio millón de toneladas de importación. Según datos facilitados por los empresarios, en puerto Busch se planea una terminal para transportar 20 millones toneladas cada año, el doble de los 11 millones de toneladas que el comercio exterior movilizó en 2016, sin contar el gas que va por gasoductos.

Interés italiano

Recientemente la empresa italiana ICM Spa envió una carta al ministro de Obras Públicas, Milton Claros, para informarle de que agencias públicas italianas que financian infraestructuras en países emergentes ven con interés el proyecto ferroviario Motacusito-Mutún-Puerto Busch y la construcción de la misma terminal fluvial sobre la hidrovía, planteando una inversión posible de US$600 millones para desarrollar puerto Busch. Rodríguez planteó que la primera señal política fuerte de que Bolivia apuesta a la hidrovía sería que el Gobierno importe sus vehículos y maquinarias por medio de los tres puertos privados citados, en lugar de usar los puertos de Chile. Rodríguez estima que cuando el proyecto de Puerto Busch esté en funcionamiento podría absorber hasta un 50 % de los 3,5 millones de toneladas de carga que ingresa y sale por los puertos chilenos, aunque reconoce que Bolivia nunca podrá prescindir por completo de esos puertos, sobre todo de Antofagasta, al ser necesarios para exportar minerales a través del Pacífico. Por MundoMarítimo