La obra de ampliación de la red eléctrica del puerto se encamina a su etapa final y prevén que será entregada sobre fines de este mes o principios de octubre. Asimismo, la habilitación de la obra dependerá de la fecha en que UTE disponga la conexión a la subestación, de acuerdo con lo indicado por el administrador del puerto sanducero, Jorge Granja, a EL TELEGRAFO. Las obras están a cargo de la empresa Espina, cuyos trabajos en su momento fueron interrumpidos por la crecida y se retrasó el cronograma previsto en principio. Este proyecto de extensión y ampliación de la red eléctrica del puerto fue licitado y adjudicado, y se retomó a partir de la segunda quincena de enero.
Las perspectivas eran terminar la obra civil en abril de este año, para posteriormente realizar la instalación de la parte eléctrica –que es subterránea– con las correspondientes cámaras, colocar las columnas, los transformadores, las redes de distribución, los varales, terminales para la alimentación de contenedores y el alumbrado de las instalaciones, que está prácticamente terminado. La obra contempla el incremento de potencia, además de la ampliación de la red eléctrica del puerto de Paysandú, que incluye la incorporación de una subestación y una mejora sustancial del alumbrado en todas las instalaciones portuarias.
La empresa Espina ha desarrollado los trabajos con base en lo establecido en el contrato firmado con la Administración Nacional de Puertos (ANP). Así, no solo se mejorará el alumbrado y se modernizará la red, sino que se contará con suficiente potencia para alimentar unos 70 reefers (contenedores refrigerados), según las exigencias de la mercadería que sale de la terminal sanducera, sobre todo, cítricos. Esta producción necesita cadena de frío desde la partida hasta su lugar de destino, pero además, con esta ampliación, se podrán alimentar máquinas como cintas transportadoras, entre otras.
En las últimas semanas, se ha encarado la etapa que comprende la apertura y entubamiento para las canalizaciones eléctricas, y dos edificios previstos para albergar equipamiento correspondiente a la red. Uno de ellos es el ámbito físico para las conexiones y el restante para albergar la subestación que alimenta las derivaciones previstas en el proyecto. El aumento de la potencia y cableado correspondiente permitirá además alimentar la restaurada grúa belga de unas cinco toneladas de capacidad en el muelle de ultramar, entre otras mejoras. Según las autoridades de la ANP, al comprar energía en media tensión a UTE, también se abaratan costos. A ello se agrega confiabilidad en las líneas. A las 12 torres de iluminación que facilitarán la operativa nocturna, se agregan controles en los muelles a través de un contador en cada tomacorriente, con su línea de red o de comunicación informática.-
Las torres tienen 23 metros de altura, con cableados auxiliares, y se incluyen tomas reefers para la playa de contenedores. – (El Telégrafo)
