La información fue adelantada el miércoles por medio de un comunicado de prensa emitido por UPM y se confirmó en la residencia presidencial de Suárez y Reyes cuando Vázquez y sus ministros recibieron a representantes de UPM, entre ellos Jaakko Sarantola. Todos salieron de la residencia sin hacer declaraciones, aunque en la tarde UPM ofreció una conferencia de prensa en la que dio algunos detalles. Allí se confirmó que la forestal tiene interés en instalar la tercera planta de celulosa en Uruguay en la cuenca del río Negro, tal como había trascendido hace más de dos años, en el gobierno de José Mujica. Para ello, la empresa espera negociar con el gobierno y dejar establecido que la infraestructura logística deberá tener cambios, tanto en rutas como en vías férreas, ya que el río Negro no es navegable y por camión encarece demasiado el transporte.
El vicepresidente senior de desarrollo de negocios en Uruguay de la compañía, Jaakko Sarantola, dijo que «Uruguay podría ser una alternativa competitiva para atender las oportunidades del mercado de la celulosa de UPM en la década del 2020», cuando se espera que la demanda de celulosa aumente unos 20 millones de toneladas. Dijo que en principio eligen a Uruguay por «el respeto de los derechos ciudadanos y de las leyes, por parte de las autoridades nacionales, sumado al buen funcionamiento del régimen de zonas francas y al satisfactorio desempeño de la planta de Fray Bentos, en Río Negro, que contribuyeron a poner el foco en el país». No obstante, aclaró que el proyecto de la nueva planta tiene tres etapas, que pasan por la negociación entre UPM y el gobierno nacional por la logística, una segunda que comprende las autorizaciones y el desarrollo logístico y de infraestructura que generarían las condiciones para instalar el complejo industrial, que demandaría entre un año y medio y dos, y la última sería la construcción de la planta, lo que llevaría otros dos años y medio. Esto hace que, si se negociara con rapidez, la planta estaría funcionando dentro de cuatro o cinco años.
Si bien no está definido, UPM se haría cargo de la construcción de la planta a un costo de unos 4.000 millones de dólares y financiaría las rutas, caminos y vías de ferrocarril por otros U$S 1.000 millones, pero que serían pagos por el Estado en el sistema de PPP, como ya está implementándose en las rutas 21 y 24, por ejemplo, y como propone el MTOP que se atienda la ruta 26. – (Presidencia y Prensa Nacional)