* Por Javier Bonilla
Lejos de las décadas doradas de los 50, 60 y 70 (Guerra Fría mediante), la Armada Nacional Uruguaya , en un país cuya área marítima SAR es de 1.770.000 km2 (casi 10 veces el tamaño de la superficie territorial de esta nación) y que reclama ante la Organización Marítima Internacional jurisdicción sobre una Zona Económica Exclusiva de 350 millas náuticas, debe poner al día flota y sistemas.
Con buques que en su mayoría orillan los 50 años, sin sistemas de vigilancia costera o helicópteros SAR, sus desafíos fundamentales , además de retener al personal- especialmente el técnico- obteniendo mejores condiciones salariales o académicas para ello, son incorporar nuevos buques multipropósito ( o sea, las versiones más militares de las famosas OPVs, Ocean Patrol Vessels) lo antes posible, aeronaves aptas para tareas de Búsqueda y Rescate y Medevac en alta mar y un sistema VTS debidamente homologado por normas IALA V-128.
SISTEMA DE PROTECCIÓN COSTERA
Esta última, la más económica de las inversiones necesarias, quedó algo postergada, debido a que, durante años, especialmente durante la controvertida gestión del ex ministro de Defensa Luis Rosadilla, y su cuestionado asesor de Asuntos Internacionales, Gerónimo Cardozo, los contactos se iniciaron mal e informalmente, rozando , inclusive, la posibilidad de adquirir, por créditos semi cerrados, un sistema fallido como el encabezado por vetustos sistemas Lyra 50, que compró y acabó rechazando por fraude, la República de Panamá, , así como dispositivos obsoletos israelíes no certificados y objeto de polémica judicial por contaminación en Italia. También se intentaron colocar otros equipos polacos o asiáticos no homologados, desgastando, inclusive, el tema.
Finalmente, tras una constante campaña de la prensa especializada, algunas consultorías, pedidos de informes parlamentarios y expresiones de hastío de proveedores serios, la Armada y el propio Ministerio retomaron el tema, y, si bien, aún no llegan a plantear una licitación, sí se ha invitado a los interesados a recorrer conjuntamente la costa uruguaya, estableciendo los principales puntos donde serían colocados radares, unidades electro ópticas , estaciones meteorológicas automáticas y otros insumos técnicos, para elaborar sus propuestas tecnológicas y económicas. Todas deben responder a normas IALA V 128. Se presentan las italianas Gem Elettronica y Elman, las españolas Indra y Elecnor, la uruguaya Aeromarine(que inicialmente ofrecía radares Kelvin Hughes y luego pasó Terma y otros dispositivos de Tranzas), Signalis, Aselsan , Cetc, IAI/Elta –con la brasileña Iacit- y Noa/Elbit.
BUQUES DE PATRULLA OCEÁNICA
En lo que hace a las OPV, tras una inicial ronda de contactos también informales, la Armada Nacional estableció sus parámetros, y, entregó al Ministerio de Defensa Nacional una lista de 4 firmas pre seleccionadas, a las que luego ratificó en otra short list. Ambas son encabezadas, en lo que hace a calidad, por la alemana Lürssen , con su modelo PV-80, o clase Darussalam en la Marina de Brunei. Otro astillero alemán presente es Fassmer con las OPV-80, regionalmente adoptadas, con modificaciones, por Chile y Colombia. Asimismo, la francesa DCNS aspira a colocar su Gowind OPV-90, cuyo modelo demostrador, prestado a la Marina francesa por el fabricante, visitó Montevideo en febrero. Finalmente, el grupo chino CSOC ofrece su serie P-18, basada en sus corbetas Clase 056, ya vendidas a Nigeria y ofrecidas anteriormente a la Argentina.
Se requiere alguna integración nacional en el proyecto, sea en el acabado de las unidades, en la construcción de una unidad (aspecto difícil dado el estado no solo de la mayoría de los astilleros uruguayos, sino la creciente falta de profesionales y técnicos, además de constantes problemas sindicales planteados a los mismos) o en formación académica e intercambios tecnológicos, que, de forma deseable, orillen un 20% del valor del proyecto. Eventualmente, se podría hablar de compensación en la balanza comercial, aspecto aludido por la oferta china, que plantea un largo financiamiento.
Enigmáticamente, Fassmer, que ocupaba el segundo lugar en la lista inicial de preferencias, pasó al tercero, y DCNS al segundo. Se especula que, realizado el último Congreso Panamericano de Ingeniería Naval /Copinaval- presentes al mismo Arend Schulze y Brian Girard, directores comerciales de Lürssen y DCNS, respectivamente – recientemente en Montevideo , la conferencia del Contraalmirante Jorge Carreño, presidente de la colombiana Cotecmar (licenciada para ensamblar localmente, como la chilena Asmar, las Fassmer OPV-80, en Colombia conocidas como Clase 20 de Julio), apuntando a las modificaciones que realizará al diseño original, esto pueda haber conspirado contra la propuesta presentada a Uruguay, aunque hay quienes dicen que la reciente gira del presidente uruguayo Tabaré Vázquez por Francia, pudo haber influido.
De cualquier modo, Lürssen, en teoría , continúa al frente, auxiliada por décadas de excelente relación naval entre Uruguay y Alemania, país que ha cedido a precios políticos, unidades , mayoritariamente ex RDA, e inclusive helicópteros BO-105 para la Aviación Naval.
Fuera de concurso, aunque con expectativas, tras el Congreso Copinaval, Austal presentó, primero al subsecretario de Defensa, Dr. Jorge Menéndez, y luego al propio presidente Vázquez, una oferta por su clase Cape, de 58 metros de eslora, y aunque sin cubierta de helicópteros (requerida por la Armada), sugeriría posibles contactos para dotar a Uruguay de aeronaves de largo alcance para suplir estas funciones.
* En materia de helicópteros SAR, desprogramados hace años los Westland Wessex, de los cuales Uruguay era el último usuario militar, la Armada precisa unidades medianas, con capacidad para operar con comodidad en un vuelo de ida y vuelta dentro de sus límites marítimos y algo más. Se ha pensado en algunos modelos típicos, como el AW 139, el S-76, el Super Puma, el Seasprite y hasta las últimas ediciones del Bell 412 (aunque se preferiría eludir los patines como tren de aterrizaje), no obstante, notoriamente , no hay rubros presupuestales convencionales para este y otros cambios que precisa la Armada, pese a las abundantes prospecciones petrolíferas iniciándose en aguas territoriales uruguayas, que inclusive, obliga a la Fuerza a proceder a la inspección de helipuertos en plataformas petroleras y buques, como dejó proyectado el hasta hace poco Comandante de la Aviación Naval, C/N Gonzalo Ciganda, quien también evaluó el posible emplazamiento de un nuevo helipuerto en la zona Costera junto a la Prefectura Naval, cuyas unidades costeras están siendo reparadas. .- (Defensa.com). – NOTA: Imágenes por responsabilidad de UVM.-