El ingreso a ese acuerdo forma parte de la agenda de inserción internacional que tiene el gobierno uruguayo y es incluso un objetivo central del presidente Tabaré Vázquez, que estaría dispuesto a avanzar sin consultar a la interna del Frente Amplio (FA), según habían dicho a El Observador allegados al mandatario. Una de las estrategias que maneja el presidente Vázquez es la de buscar el apoyo de Chile al considerarlo un socio del Mercosur. Sin embargo, sectores de la coalición de izquierda no consideran a ese país un miembro pleno y la posición clave sería la de Argentina y Brasil. Así y todo, si esos dos países tuvieran una posición favorable hay voces dentro del FA que ya han expresado su rechazo a este tratado.
El TPP, un acuerdo que cubrirá el 40% de la economía mundial, tardó cinco años de negociaciones para llegar a ser firmado. La firma es «un paso importante» pero el acuerdo «todavía es sólo un pedazo de papel, o mejor dicho, más de 16 mil pedazos de papel hasta que realmente entre en vigor», dijo el primer ministro de Nueva Zelanda, John Key, en la ceremonia en Auckland.
El TPP ahora será sometido a un período de ratificación de dos años en los que al menos seis naciones –que representan el 85% del PIB combinado de los 12 países del acuerdo– deben aprobar el texto final para que el pacto se implemente. Los 12 países incluidos en el acuerdo son Australia, Brunei, Canadá, Chile, Japón, Malasia, México, Nueva Zelanda, Perú, Singapur, Estados Unidos y Vietnam.
Dada su relevancia, tanto Estados Unidos como Japón tendrían que ratificar el acuerdo, que establecerá normas comunes sobre cuestiones que van desde los derechos de los trabajadores a la protección de la propiedad intelectual en las 12 naciones del Pacífico. El canciller de Chile, Heraldo Muñoz dijo que espera «una discusión democrática robusta» sobre el acuerdo en la nación sudamericana, mientras que el secretario de Economía de México, Ildefonso Guajardo, anunció que el TPP será sometido a votación en su país antes de que termine este año.
La oposición de muchos demócratas y algunos republicanos en Estados Unidos implica que es poco probable que se realice una votación sobre el TPP antes de que el presidente Barack Obama, un partidario del acuerdo, deje el cargo a principios del 2017. -El representante de Comercio de Estados Unidos, Michael Froman, ha dicho que el gobierno está haciendo todo lo posible para avanzar en el TPP y que confía en que el acuerdo conseguirá el apoyo necesario en el Congreso.- (El Observador)