La misión uruguaya en la Antártida es una de las acciones de Estado uruguayo más relevante desde el punto de su soberanía, su economía y su desarrollo científico y prestigio internacional. Visitantes sin misión comprometen su continuidad. Viajar a la Antártida no es muy difícil. Desde Ushuaia parten diariamente buques con decena de turistas de todo el mundo que pueden llegar al continente helado, visitarlo y regresar. Son buques especiales, cruceros preparados para una travesía exigente. Los pasajes se venden sin problemas en múltiples agencias de viajes y cuestan desde los US$ 3.000 hasta los US$ 14.000 que se diferencia por la calidad y sofisticación del servicio que presta el crucero. Este jueves en una nota de la periodista María Paz Sartori, publicada en Búsqueda, se advierte sobre los riesgos que corre la misión científica uruguaya por el arribo sin preparación y sin misión concreta, de un importante número de funcionarios públicos, incluso empresarios, que consumen los recursos y al logística, siempre muy escasa, de la misión uruguaya en la Antártida. Señala la nota referida que solo podrán viajar a la antártida aquellos que «presentan un plan de trabajo y además reciben una capacitación previa, según el Tratado Antártico y el Protocolo de Protección Ambiental que marcan las reglas para este continente -y a las cuales Uruguay adhiere-«. Estos controles no se están cumpliendo y a la base uruguaya «llegan jerarcas, embajadores y empresarios sin plan de trabajo y muchos sin capacitación previa», se consigna.-Ahora se denuncia la existencia de un vuelo ‘vip’ que lleva a la Antártida un grupo de personas fuera de los protocolos establecidos.-«Nos preocupa cuando no se prioriza y no se fortalece la actividad científica y se utilizan las bases como actividad turística, pero mucho más no podés hacer porque depende del Ministerio de Defensa», dijo a Búsqueda Gabriel Aintablián, que lidera la Dirección de Innovación ciencia y tecnología (Dicyt) del MEC». – (Uypress)