ALEJANDRO FOGLIA: «A RÍO VOY A IR CONFIADO EN PELEAR UNA MEDALLA»

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El regatista uruguayo habló del stress sufrido en el Mundial y de las expectativas para Río 2016.-Con el 17º puesto en el mundial de Nueva Zelanda de la clase finn de yachting, Alejandro Foglia se clasificó a sus cuartos Juegos Olímpicos consecutivos.

 

Antes de irse de vacaciones –a surfear a Bali–, el l uruguayo atendió a Referí para contar sus vivencias en el torneo y su proyección hacia Río de Janeiro 2016.

¿Fue un mundial complicado para lograr el objetivo de la clasificación olímpica?– Sí. Fue una semana muy estresante. Son torneos muy duros por el nivel de los rivales y de mucha tensión porque había solo cuatro plazas olímpicas para disputar entre 14 países.

A la mitad del torneo bajó 13 puestos tras una mala jornada de regatas, ¿qué fue clave para recuperarse? – Una charla que tuve con el Oso Gadea (su preparador físico). Fue muy claro, me dijo: ‘Vos tenés el nivel, dale sin límites’. Desde que tiré el barco al agua me quedé con esa frase, ‘sin límites’. Fui undécimo, segundo y 19º y volví a meterme en zona de clasificación olímpica.

Fue su primer torneo tras recuperarse de una tendinitis de rodilla, ¿cómo le respondió el físico? – Siempre navegué con molestia en la rodilla porque cargo mucho esa zona para navegar. Pero no había límites para el dolor. Es un valor agregado de la clasificación, haberme recuperado de lesiones complicadas.

¿Y la espalda, teniendo en cuenta que hace dos años lo operaron de una hernia de disco? – Es algo que siempre está ahí, pero me respondió bien. Igual no me puedo descansar porque la espalda es el sostén de todo.

¿Por qué no se corrió la regata final? – Por falta de viento. Salimos al agua, esperamos una hora y media y no soplaba. Volvimos al club, esperamos otra hora y media, se levantó una brisa, fuimos al agua pero antes de largar el viento se calmó.

¿Fue tensa la espera? – Si, porque yo estaba en zona de clasificación y si bien era difícil que perdiera el cupo por la diferencia que tenía, nunca se sabe qué puede pasar navegando con tan poco viento.

– ¿Cómo durmió la noche anterior? – Fue casi imposible. Pude dormir dos o tres horas. Primero porque en Uruguay informaron que ya estaba clasificado cuando todavía faltaba correr la final race (regata final). Empecé a ver que tenía cientos de mensajes y me empezaron a llamar de todos lados. Entonces apagué el teléfono para poder mantener el foco en el torneo y en la concentración de la competencia.

¿Cómo se maneja esa tensión? – Es complicado. Mucha tensión es malo, pero hay que saber manejarla para que no te afecte en el rendimiento.

¿Fue clave llegar con 20 días de antelación para aclimatarse? – Fundamental. Primero por el jet lag, ya que hay 12 horas de diferencia con Valencia, donde vivo, después por las comidas y la aclimatación a las condiciones para navegar.

– ¿Se encontró con las condiciones que esperaba en lo previo? – No. Los pronósticos en Valencia me daban que se iba a correr con mucho viento. Pero las condiciones fueron muy variables, no hubo vientos extremos y tuvimos solo dos días de gran exigencia física. Eso hizo que en vez de navegar con dos velas solo usara una.

Con las experiencias que acumuló en dos torneos europeos y dos mundiales, ¿en qué nivel siente que puede llegar a Río de Janeiro 2016? – Creo que vengo evolucionando bien. En mi primer mundial de la clase finn fui 31º (Santander 2014), ahora terminé 17º con regatas muy buenas donde peleé en los primeros puestos. En los campeonatos europeos lo mismo: 18º en 2014 (La Rochelle) y 13º este año (Split). Son resultados y rendimientos que dan confianza y a Río voy a ir confiado en pelear una medalla.

¿Cómo será su preparación para Río? – Ahora voy a descansar un mes. Primero me voy con dos amigos a surfear a Bali, a practicar un deporte que me encanta y me relaja. Después vuelvo a Uruguay que es el casamiento de mi hermana Andrea (olímpica en Londres 2012). Pero la planificación ya la vamos a ir armando. Mi entrenador Luca Devoti ya la empezó a conversar con el Oso Gadea.

Este año se perdió por la lesión de rodilla, la posibilidad de competir en Río de Janeiro, en la cancha olímpica, ¿es un objetivo competir ahí? La idea es hacer un entrenamiento en esa zona y además, correr tres o cuatro torneos como preparación.

“GRACIAS POR EL APOYO”- Foglia cuenta con una beca olímpica desde enero de 2013 y desde setiembre de este año percibe otra de la Unidad de Coordinación y Desarrollo Deportivo Militar del Ministerio de Defensa. A su vez, la Secretaría Nacional del Deporte le compró el barco en 2013 (€ 20 mil) y lo apoyó para este torneo con€ 10 mil. «Son apoyos claves que agradezco, al igual que los privados que recibo como Directv, que se mantuvo después de Londres 2012, y Nike.- (El Observador)

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