Poco más de un mes de plazo tienen 5.000 toneladas de naranjas uruguayas para ingresar al mercado europeo en tiempo y forma para evitar un sobrearancel del 16% y problemas por la calidad de la fruta, algunas de las cuales están en contenedores desde hace dos semanas, y enfrentan un viaje por mar de un mes. Así lo explicó a EL TELEGRAFO Tony Fraschini, uno de los titulares de Azucitrus S.A., detallando que “el cambio en los aranceles para el ingreso de productos cítricos para la Unión Europea es el 15 de octubre, por lo que la fruta debe entrar a Europa antes, y tenemos fecha de embarque para el barco que sale probablemente mañana (por hoy) y estamos a la espera de saber si el barco, que está en el puerto de Buenos Aires y viene a completar carga a Montevideo, llega al puerto o se lo saltea y va directo a Santos, en Brasil, y luego a Europa porque tiene su rutina y no puede perder ni un día”. Dijo que “todavía no tenemos noticias de las negociaciones que se están haciendo en Montevideo, pero tenemos chance que si levantan la medida hoy ya se pueda cargar”.Para esto, el barco debería llegar al puerto de Montevideo, donde cargaría “los contenedores que viajan en el portacontenedores que salió ayer del puerto de Paysandú, que está especulando si el barco entra o no a puerto, lo que depende de que se destrabe el conflicto”.
PUEDEN RECHAZAR FRUTA.-A juicio del empresario, “el problema es que todas las cargas de la semana pasada y las cargas de esta semana están en el portacontenedores, y si no salen ahora se juntan con la tercera semana, que además va a quedar todo fuera de la ventana de Europa”. En ese caso, “para nosotros es un perjuicio importante porque por un lado ya estamos fallando con los programas previstos con los clientes por dos semanas, además tenemos fruta con 15 días adentro de un contenedor y todavía le falta un mes de viaje, y estamos comprometiendo la buena llegada de la fruta. En tercer lugar, si perdemos este barco, estamos llegando fuera de la ventana de Europa, y tenemos que pagar un 16% de arancel extra sobre la fruta, y el cuarto punto es que aunque se destrabe toda la situación, los clientes europeos pueden decir que es demasiado tarde y no quieran la fruta, lo que es el principal problema porque habría que ver qué se hace con ese producto, que son 2.760 toneladas en 120 contenedores con 23 toneladas cada uno”. Por otra parte, también puede suceder que “cuando llegue la fruta no quieran los tres embarques a la vez, porque ya se acerca la temporada de cosecha de ellos, y ya hemos tenido algunos pedidos de cancelación de volumen, lo que presenta un riesgo al no tener un mercado alternativo para la fruta”.
Sobre si hay antecedentes de problemas como éste, Fraschini dijo que “yo no recuerdo, a lo sumo paros de hasta dos días, pero no por más de una semana y justo en el pico de carga a Europa antes que cierren la temporada”. La mercadería tiene seguro, pero “cubre solamente si la fruta llega en mal estado, pero solamente para la fruta que está en el puerto. Lo que tenemos en las cámaras y no pudo entrar a puerto, esa fruta no tiene cobertura de seguro”. Los citricultores, que incluye además de los sanduceros de Azucitrus y otras empresas y también a los salteños y algún productor del sur del país, “hicimos planteos a los sindicatos, a la Unión de exportadores, al gobierno, a la naviera y a la propia terminal, explicándoles a todos nuestra situación”.
UN AÑO COMPLEJO.-En cuanto a las exportaciones a Estados Unidos, que para Azucitrus ya terminaron, “es un año complejo. El mercado norteamericano, como todo mercado nuevo, permite diversificar y tenemos promedios de venta mejores, pero ha sido un año complejo desde el punto de vista climático, hemos tenido heladas en junio que han tenido su impacto, como también el tema sanitario”, dijo Fraschini.-Detalló que “al estar exportando a Estados Unidos, Europa y Brasil, que son nuestros tres principales mercados, no ha sido sencilla la colocación con esos problemas. Brasil en particular es un mercado importante, está pasando por un momento difícil aunque hemos mantenido nuestros niveles de exportación en base a mucha negociación. Y Europa tiene un euro que se desvalorizó mucho, lo que dificulta tener buenos retornos. Y a pesar que en la interna el tipo de cambio viene ayudando, no es sencillo ser competitivos teniendo en cuenta que nuestros principales competidores han devaluado su moneda más que nosotros, principalmente Sudáfrica pero también Perú”. Sin embargo el mercado estadounidense, que se abrió en 2013, abre otras perspectivas en cuanto “la expectativa de este año era exportar el doble de fruta que el año pasado, y se va exportando un poco más”.
YA SE EMBARCÓ TODO.-“Nosotros terminamos el último embarque el mes pasado, porque el mercado estadounidense no demanda la naranja Valencia y algunas mandarinas tardías que es lo que sale en esta segunda mitad del año”, mientras que lo que se exporta es “mandarinas y naranjas Navel. En el caso nuestro terminamos el mes pasado, pero sabemos que algunos exportadores siguieron unas dos semanas más, y después terminó el programa con Estados Unidos, y siguió con Europa, principalmente naranjas y eso hace que la participación porcentual de Estados Unidos a final de año termine bajando, por lo que a final de temporada representará el 20% del total de las exportaciones”. Sin embargo, los precios de exportación a los EE.UU “al no tener aranceles como los europeos, sobre todo en el caso de las mandarinas, logramos mejores precios, y en el caso de las naranjas y limones también”.-Una de las características del mercado estadounidense es que consume variedades diferentes a las que se han exportado tradicionalmente a Europa, lo que obliga a los productores a hacer una recomposición varietal. “En general la citricultura está en un proceso de reconversión, con perspectivas de seguir desarrollándose en Estados Unidos como un mercado de mucho potencial y en un contexto que es complejo”. -Además, comparados con otros países está mejor, y Fraschini dijo por ejemplo que “si nos comparamos con Argentina, que no tiene acceso a Estados Unidos y está con una inflación muy alta, por lo que prácticamente va exportando solo un 40% de la mandarina, en relación al año pasado. Y si nos comparamos con ellos, estamos bárbaro, pero la realidad nuestra es que tenemos que competir con los otros productores del hemisferio Sur”. Pese a que España es el primer exportador mundial de cítricos, no compite con Uruguay ya que “produce a contraestación, y nosotros colocamos mucha fruta y tenemos clientes que son productores y completan el ciclo con frutas importadas del hemisferio Sur”. -“Y España viene con problemas, ya que tiene una competencia muy fuerte de los países del norte de África, como Marruecos y Egipto, aunque también Turquía, que tienen otros costos y están exportando a Europa en el mismo momento que los españoles producen”.
UN TRABAJADOR POR HECTÁREA.-“Vamos en el 50% del trabajo de la temporada, tenemos dos meses de trabajo fuerte, hasta fines de setiembre para aprovechar la ventana que tenemos para comercializar en Europa, y después tenemos octubre y parte de noviembre donde trabajamos con Brasil y algo de Rusia y el mercado interno para el fin de la temporada”.Este año “es de producción media, no hay grandes volúmenes y en general fue un año de buena calidad con algunos problemas sanitarios por la lluvia de la primavera del año pasado”. “Pero en general ha sido un año normal”, y se están plantado “unas 14.000 hectáreas, de las cuales hay unas 12.000 entre Paysandú y Salto y unas 2.000 en el Sur”, aunque hay diferencias productivas en cuanto “en el Sur se concentra principalmente en producción de limón y alguna mandarina y en la zona Norte se produce mandarina durante toda la zafra y es el gran volumen de naranjas”. Actualmente, entre trabajadores permanentes y zafrales “en la citricultura hay unas 14.000 personas trabajando en forma directa, a lo que se suma en forma indirecta lo que es transporte y servicios, que es una cantidad importante”. – (El Telégrafo)