50 Años de la firma del acuerdo Estatuto (26/02) del río Uruguay “26 de febrero1975”

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El proceso

En 1968/9, se realiza la Demarcación del límite acordado en el Tratado del Río Uruguay del 7 de abril de 1961, tarea que estaba pendiente.  Se acuerda con los delegados argentinos, proceder a señalar en el terreno las líneas imaginarias del comienzo del tramo del rio pertenecientes a los dos países, los ejes de los futuros emplazamientos de obras proyectadas, Represa de Salto Grande y puentes, y el Paralelo de Punta Gorda, indicador del final del tramo del río, comienzo del Río de la Plata. El Tratado de 1961 establece que la línea límite, es eje del canal principal, marcado en los planos adjuntos del levantamiento que en 1901/8 realizó Argentina de este tramo del río.

Previo al Tratado, Uruguay hace una Reserva, ante un desacuerdo de límites con Brasil, en el sector que se encuentra la Isla mal Llamada Brasilera.

Al comienzo de la tarea, presenté observaciones a tener en cuenta antes del comienzo. La declaratoria uruguaya previa, refiere a un área del río como una situación de controversia sobre la delimitación, cuando se trata de un tramo de río sin delimitar .Los planos adjuntos al texto del Tratado de 1961, existe falta de hojas, en los conjuntos, y hay hojas de levantamientos distintos, incluso algunos realizados para obras de Dragado. Concurrí junto a Delegado Argentino y constatamos que varias hojas del plano de referencia, habían sido dadas de baja por estado del ejemplar, destruido por acción del tiempo, en la década de 1920/30, o sea, los negociadores del Tratado  de 1961 nunca vieron los planos indicados como referencia. La referencia de distancias a distancias o puntas de islas aluvionales, cuyos perfiles es cambiante, crea otra indefinición. El nombrar las islas, una a una, en formaciones aluvionales, presentara una realidad distinta a lo acordado.

Otros conceptos adoptados en el texto del Tratado, tampoco son posibles de considerarlos en la realidad, como señalar como canal tramos no navegables, o dejar indefinidos cambios en tramos del canal a la fecha de la Firma del Tratado.

Sugerí, a nuestra Cancillería, con la vista del Director de Límites Embajador Cnel. Carlos Barros. Proponer realizar el estatuto que indicaba el Tratado en su Art. 7, procurando con ello, dar soluciones acordadas en cada caso donde las carencias del Tratado lo hagan necesario. Concordando a su vez con la Delegación Argentina, se comienza la negociación y redacción del Estatuto. Acordado la estructura del documento, y primeros borradores, se recibe directiva de postergar la tarea, dando prioridad a negociaciones y redacción de un Tratado del Río de La Plata y su frente marítimo.

Firmado el 19 de noviembre de 1973, el tratado del Plata, se retoma la tarea del Estatuto que culmina con la firma del Acuerdo el 26 de febrero de 1975, por lo que al presente han pasado 50 años.  En ambos documentos, los participantes orientales fuimos los mismos, más el Dr. Edison González Lapeyre.

El Estatuto, crea una Comisión Administradora, que entre sus funciones, incluye los cometidos de las Comisiones de  las Obras en el Rio, una vez terminada la obra cumpliéndose de inmediato las de los Puentes Artigas y San Martin quedando pendiente la de Salto Grande. Este organismo es formado por una delegación Uruguaya de 5 miembros y otra argentina de igual integrantes, y dos secretarias de la Comisión, una técnica y otra Administrativa.

Por Uruguay se nombró a funcionarios de Ministerios, que normalmente tenían cometidos, vinculados a las actividades en ese espacio fluvial. Uno por Cancillería, por ser Comisión internacional, del MTOP, por dragados, puertos,  obras puentes represa, transporte MGAP por forestación y pesca, Fauna, flora MDN por vía navegable, orden, seguridad, Hidrografía.

Los delegados cumplían su tarea como parte de sus funciones en sus Oficinas del Estado, sin remuneración suplementaria, salvo viáticos por desplazamientos fuera de su lugar de trabajo, con montos establecidos para funcionarios públicos.

La comisión se creó, como un lugar propicio para dialogar, resolver diferencias, evitar controversias y dar rápidas soluciones. La vinculación de los delegados con sus Ministerio, permitía esos objetivos. No daba lugar a innovar, ni asumir por parte de los delegados, competencias de organismos del Estado, sólo trasladar a la autoridad competente, el tema a resolver.

En 1990, personal de actividad en política partidaria, promovieron que los nombramientos de los Delegados, se hicieran mediante designación directa de representantes de los partidos políticos, tal como en los Entes del Estado, en el entendido que los Delegados tenían remuneración en dólares, confundiendo de las Secretarios, que si la tenían como funcionarios internacionales. Conocido él error, no se desanimaron e igualmente gestionaron que sus nombramientos, tuvieran remuneraciones en dólares.

En 1977 se había creado la Dirección de Intereses Marítimos en el MRREE, a fin de que las comisiones dependieran de ella en cuanto a su funcionamiento.

La presencia de políticos partidarios en las comisiones, para su participación sin controles, esto contrariaba su participación, por tanto en 1997, se decreta una reforma parcial del MRREE y se eliminan dos consulados y la eliminación de la Dirección de Intereses Marítimos. Figuras de políticos de primeros planos, son nombrados Delegados, por cuota política. En un principio, se mantienen expertos en uno o dos delegados, para mantener quienes aportaran conocimientos del tema.

A partir del 2005, la totalidad de los Delegados, son designados por cuota política, Las Delegaciones Uruguayas, contaban con una partida para su funcionamiento, dentro del presupuesto de MRREE.

La CARU, por porcentaje en la construcción de los puentes, distribuía lo recaudado por peaje, reteniendo parte, para mantenimiento y salario de funcionarios asignados a los Puentes. Parte de lo recaudado, que correspondía a Uruguay, se remitía al MTOP para financiar las deudas por la construcción. En un momento, que desconozco, el costo de los puentes fue saldado a las Empresas constructoras. De alguna forma, las comisiones  (CARP y CARU) comenzaron a administrar directamente los dineros producto de los peajes de los puentes, de más de 14 millones de dólares anuales en caso de CARU y CARP del peaje del Canal Martin García.

Esta retención de dinero, formar caja con lo recaudado, no es cometido  establecido en el Estatuto.

Ello permitió, que por si las delegaciones, nombraran personal, contrataran asesores alguno permanentes, adquirieran materiales para tareas que no eran parte de los cometidos,se adquirieron embarcaciones para tareas hidrográficas, se instaló una huerta para forestación, se destinaron millones de dólares en dragados, contrataciones de empresas para estudios de proyectos de obras de navegación, se otorgaron becas, se donaron valores a instituciones deportivas y de otras actividades, ect. Todo ello por decisiones de la delegación. Millones de dólares pasaron por este manejo por varios años, como consecuencia de la alteración de cometidos, de tal forma, que al presente, lo dispuesto en el Estatuto, poco o nada se cumple.  No se conoce una directiva del Poder Ejecutivo, que de instrucción de lo aplicado

Se procede por iniciativa de la Delegación.

Los cometidos fijados en el Estatuto, se han dejado de lado, dando paso a iniciativas personales o adoptadas dentro de la delegación, sustentadas por la disposición del dinero de peaje. Los delegados se auto fijan sus remuneraciones en 8.500 dólares y 9000 el que preside la delegación. Estos salarios no aportan ni IRPF ni IAAS.

Se contratan asesores permanentes, que aporten a la actuación de los delegados carentes de conocimientos en temas a tratar, y a su vez personal de apoyo general, desde secretarias, a personal de ordenanza. Nombramientos de personal hace que aumente de unas 50 personas a más de 300. Los sucesivos cambios de Gobierno de la República, no corrigieron, solo lo continuaron, y el proceder fue similar. Al presente la Caja de la Comisión tiene unos 50 millones de dólares, producto de años de recaudación de peajes en los Puentes. Mucho más se han invertido en tareas sin resultados positivo.

Hubo dragados que acostaron 40 millones.

Se publicitó que a través de esa obra se activaba la navegación y puertos, tal, que se instalaba una línea permanente de un buque portacontedores, entre Paysandú y Montevideo. Hubo tres intentos de esta línea. Los tres a poco de empezar a operar se fundieron, las naves  cambiaron de  bandera y otras dejaron de navegar. Las estadísticas oficiales del Puerto de Fray Bentos son de movimientos ínfimos anuales para buques de calado que justifique un dragado artificial. En lo departamental, se proyecta hace muelles al norte la represa de Salto Grande para barcazas. Se planteó la navegación sorteando la Represa de Salto Grande, con proyectos de obras y estudios de consultoras de factibilidad. Costo del estudio, en millón y más de dólares.

En prensa como opinión, El Dr. González Lapeyre y yo, en forma separada, consideramos, inviable el proyecto, opiniones gratuitas, sin necesidad de consultoras, que finalmente opinaron lo mismo.

En Pedido de Informes de un Legislador, las respuestas  de la Delegación, asumida como suya  por la Cancillería, fueron negadas por considerar que se trata de una Comisión Internacional, que actúan en forma conjunta de las dos Delegaciones.

Hoy, por iniciativa de la nueva Delegación Argentina, la Comisión entregará los 50 millones que tiene en Caja, o sea, se estará a lo real del Estatuto 26/2. Pero queda saber, que ha pasado con otros tantos o más millones que se usaron por si la delegación como parte de forma de actuar como organismo internacional independiente, como una republiqueta, en cometidos fuera de los previstos en el Estatuto. Los 50 años, merecen una mención en recuerdo de aquella firma, y de quienes participaron en la negociación y redacción del Estatuto 26/2.

Festejar 50 años en las condiciones actuales, será una falacia, esta CARU tiene sólo pequeños rastros similares a la creada en el Estatuto.

La hiperfagia, la voracidad por el favor político es imparable, y seguramente, así seguirá de futuro, Así no hay motivo para festejar,

YEF

Nota: Propulsor, negociador redactor del Tratado del Rio de la Plata y Estatuto del Río Uruguay. Demarcador de Límites del Rio de la Plata, Rio Uruguay y frente Marítimo.

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