La inflación de largo plazo y la desaceleración económica son los principales obstáculos para la plena recuperación del tráfico aéreo en América Latina tras el levantamiento de la mayoría de las restricciones impuestas durante la pandemia de COVID-19, dijo a BNamericas un analista de Moody’s.
“Adicional a las presiones inflacionarias, una desaceleración económica podría afectar el tráfico aéreo, principalmente el perfil de viajes por negocios en regiones con alta afluencia de pasajeros de este tipo”, señaló Diego González, vicepresidente adjunto de project finance e infraestructura de Moody’s Investors Service. El último informe de Moody’s sobre el segmento aeroportuario de América Latina y el Caribe estima que el tráfico volverá a los niveles previos a la pandemia recién el próximo año, con la excepción de Uruguay y Argentina, que levantaron la mayoría de las restricciones de viajes en noviembre de 2021. González agrega que los aeropuertos de estos países movilizan más a pasajeros dentro de América Latina que viajeros procedentes de otras regiones y, por ello, es poco probable que alcancen las cifras de 2019 sino hasta 2024.
“Un crecimiento demográfico y económico moderado en la región limita la velocidad de recuperación de tráfico [aéreo en Uruguay y Argentina] comparado con otros aeropuertos en Latinoamérica”, agrega el ejecutivo. Por otro lado, es probable que el aumento de los precios del combustible de aviación se traduzca en pasajes más caros para los viajeros, lo que también planteará un desafío a la recuperación, advierte el informe.
Al primer semestre de 2022, solo tres operadores calificados por Moody’s —la mexicana GAP, la puertorriqueña Aerostar y la colombiana Opain— registraban un mayor tráfico de pasajeros que en el mismo período de 2019, ya que están recibiendo más pasajeros de Europa y EE.UU. por viajes de placer. En contraste, el tráfico de pasajeros en el aeropuerto Carrasco de Montevideo solo alcanzó el 58% de los niveles previos a la crisis sanitaria en el 1S22. En términos generales, la perspectiva de Moody’s para los operadores aeroportuarios es estable en toda la región, lo que se reflejará en indicadores financieros fortalecidos, según González. Sin embargo, las expansiones de infraestructura en el sector no serán una prioridad en el mediano plazo, ya que la mayoría de los operadores ya completaron las renovaciones requeridas en sus contratos, con la excepción de AA2000 de Argentina, que actualmente está construyendo una nueva terminal de US$26 millones en el principal aeropuerto de Buenos Aires, Ezeiza. “Conforme continúe la recuperación gradual de tráfico a niveles prepandemia, las necesidades y requisitos de capex en aeropuertos se actualizarán”, indicó González. https://www.bnamericas.com/