Uruguay ya presentó su carta para ingresar al Acuerdo Transpacífico porque se frenó su TLC con China. Brasil quiere liderar otra vez el Mercosur. Todo indica que la cuestión de fondo -según el semanario Búsqueda, de Montevideo- trata acerca de quién, cuándo y cómo aproxima el Mercosur a Asia pero le falta una cartografía correcta porque en la geopolítica global, China no es CPTPP, son cuestiones bien diferentes aún cuando casi todo suceda en Asia. China es China y CPTPP es Comprehensive and Progressive Agreement for Trans-Pacific Partnership o TPP11 o TPP-11 o Acuerdo Transpacífico: Australia, Brunei, Canadá, Chile, Japón, Malasia, México, Nueva Zelandia, Peru, Singapur y Vietnam. Hoy día Uruguay está hablando de CPTPP porque lo de China sufre los avatares de la nueva Guerra Fría.
Uruguay tiene posibilidades de concretarlo ya mismo, con un perfil económico y comercial similar al que tuvo Chile cuando decidió esas acciones. Uruguay dice que no quiere quedar atado a una estructura que ya fracasó en el no acuerdo TLC con la Unión Europea. Pero irrumpe la versión de que Brasil -que integra BRICS con China, Rusia, India y Sudáfrica- quiere avanzar en un acuerdo general del bloque Mercosur con Beijing como eje de su política exterior. El problema que esto tiene para Uruguay consiste en que Brasil es una estructura enorme y que demandará tiempo y resultado incierto, Argentina y Paraguay se encuentran en año preelectoral y siempre han puesto trabas. En el mejor de los casos quedaría para 2024 cuando Uruguay podría concretarlo en 2023. ¿Cuál sería la recompensa a Uruguay a cambio de esperar al resto?
En verdad, el Mercosur hace mucho tiempo que vive una crisis profunda. Con la excepción de la industria automotriz de Brasil y la Argentina, no parece tener mucho contenido porque nunca creció en sociedades muy proteccionistas, y quien tiene la posibilidad de imaginar un escenario diferente (Uruguay) tiene un peso relativo menor en el bloque común. En ese contexto comienza una nueva cumbre del Mercosur, atravesada por el avance unilateral de Uruguay de solicitar el ingreso al Tratado Integral y Progresista de Asociación Transpacífico (CPTPP), tal como adelantó el presidente Luis Lacalle Pou. Para Brasil, Argentina y Paraguay se deben respetar los estatutos del Mercosur que establecen que ningún país dentro del bloque puede negociar por fuera de él sin la aprobación de los demás (Decisión 32/00). Uruguay ya inició negociaciones con CPTPP y también con China para un Tratado de Libre Comercio con China. CPTPP es una decisión de Lacalle Pou alternativa y posterior a lo de China, considerando que por la geopolítica hoy adversa en Occidente a China, se ha estancado, básicamente por temor a una reacción negativa de USA. Sin China apareció el CPTPP porque, según Lacalle Pou, Uruguay necesita diseñar un comercio exterior diferente para salir del estancamiento relativo.
Los reparos
De acuerdo a La Diaria, de Montevideo, «(…) Lacalle Pou dijo que se sienten “en todo” el “derecho” de continuar con el posible ingreso al CPTPP, porque les asiste el “derecho internacional y los hechos recientes de decisiones que no son tomadas por consenso”. A modo de ejemplo, citó la primera baja de aranceles acordada entre Brasil y Argentina, y la baja de aranceles para beneficiar los productos y servicios de zona franca de Uruguay cuando pueden ser exportados al país del norte.» Pero desde Asunción del Paraguay, Mario Abdo Benítez apuntó a que sería “desnaturalizar” la “esencia” del Mercosur. El canciller paraguayo, Julio César Arriola, señaló que aun así no significa un quiebre del bloque: “Los Estados miembros del Mercosur deben negociar siempre en bloque y por consenso; y nosotros nos mantenemos en esa línea”. En su cobertura del tema, La Diaria levanta banderas del Frente Amplio que pretenden ignorar que fue Tabaré Vázquez quien viajó primero a China para conocer posibilidades de un TLC. Acerca del supuesto ‘desarrollo nacional’ de un país de la demografía de Uruguay es incomprobable y no es incompatible con abrir el comercio a nuevas posibilidades porque tal como lo plantean los consultados por La Diaria, el comercio sería algo ideológico. El Frente Amplio estuvo 3 mandatos sucesivos en el poder y su estrategia de comercio exterior siempre quedó anclada a los ‘veranitos’ de Brasil y la Argentina. Es evidente que Uruguay tiene el espejo de Chile, que hasta que volvieron los comunistas, tuvo un comportamiento tan positivo de su comercio exterior que está condicionando muchísimo a la gestión de izquierda. Todo depende del horizonte que diseñe una dirigencia con visión de futuro. ¿Uruguay puede resolver el estancamiento del Mercosur? No. En su impotencia, Uruguay no firmó las últimas declaraciones de las cumbres de Mercosur pero no le importó mucho a sus socios. ¿Todavía Lula da Silva no asumió y Uruguay pondrá todas sus fichas al ‘nuevo regionalismo’ que supondría el cambio de Administración? ¿Porque el diario O Globo mencione un viaje próximo de Lula da Silva a la Argentina, y quizás incluya a Uruguay, un Gobierno debería cambiar sus decisiones estratégicas? Además, Lula da Silva se refiere a China pero Uruguay hoy día está hablando de CPTPP. ¿No estará mezclando peras con bananas el semanario Búsqueda, de Montevideo, en su crónica sobre este tema?
