La actividad en el puerto de Bahía Blanca, una de las principales terminales de granos de Argentina, está volviendo a la normalidad tras la fuerte tormenta que azotó la ciudad el viernes pasado. Según autoridades portuarias, el tránsito de barcos y camiones de cereal se esta restableciendo y se espera que el martes las operaciones estén funcionando con normalidad. Ubicada en el sur de la provincia de Buenos Aires, Bahía Blanca es el segundo puerto exportador de granos del país, después del conglomerado portuario de Rosario. En enero, desde allí se embarcaron casi un millón de toneladas de granos, consolidando su rol clave en el comercio exterior argentino. La tormenta del viernes dejó un saldo trágico en la ciudad, con al menos 16 fallecidos y severos daños estructurales. En pocas horas cayeron más de 300 milímetros de agua, lo que provocó inundaciones y paralizó gran parte de la actividad.

El polo petroquímico, gravemente afectado

Si bien el puerto se está reactivando, el Polo Petroquímico de Bahía Blanca sigue en una situación crítica. Más del 50% de sus operaciones están detenidas, afectando el funcionamiento de diversas industrias clave para la producción de energía y químicos.

Entre las principales afectaciones se encuentran:

La Termoeléctrica Guillermo Brown y la Central Piedra Buena, ambas fuera de servicio.

TGS Cerri, totalmente paralizada, aunque sigue asegurando el suministro de gas domiciliario.

Unipar, que ha detenido la producción de cloro y PVC, con un cese total previsto en los próximos días.

Profertil y Dow, que han suspendido por completo sus operaciones por falta de gas.

La refinería local, que solo mantiene en funcionamiento una unidad, a la espera de recibir crudo.

Por ahora, la única empresa del complejo industrial que opera con normalidad es Mega, aunque la incertidumbre sigue siendo alta para el resto del sector. Mientras Bahía Blanca trabaja en la recuperación tras la tormenta, el impacto en su industria y comercio sigue siendo un desafío en los próximos días.

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