Familia de Lavalleja prueba con nopales como forma de paliar el déficit hídrico en la ganadería

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Investigando cómo hacían en lo países con carencia de precipitaciones encontraron que esa planta puede usarse como forraje. Proporciona energía y agua al ganado y con un buen manejo es fuente de proteínas. El director de Desarrollo Rural, Carlos Rydström, y el director de Descentralización, Luis Carresse, del Ministerio de Ganadería, Agricultura y Pesca (MGAP) visitaron en el paraje Barriga Negra (Lavalleja) el predio de la familia Crespo que planta nopales de manera experimental a los efectos de probar su uso en circunstancias de déficit hídrico. La ida es darles agua a los animales a través del forraje.

El Ministerio difundió e informó sobre la experiencia de Priscila Crespo, joven mujer rural que trabaja en esta novedosa iniciativa. “La idea fue de mi padre” que después de “varios años de seca se puso a investigar cómo hacían los países con estrés hídrico y así fue que llegó al nopal forrajero” basándose en la práctica que hacen productores mexicanos y brasileños. El nopal es de la familia de las cactáceas, se usan en México, en el norte del Brasil y en otros países de Europa y África, como forraje. Su virtud desde el punto de vista productivo es que resiste la seca y las temperaturas altas y bajas. “Nos pusimos en contacto con un mexicano que planta nopal forrajero y nos contó su experiencia, cómo plantaba, cómo le daba de comer a los animales”, expresó, y destacó que en aquel país la falta de agua es más severa que en Uruguay: “En México pasan ocho meses sin lluvia y el nopal les permite darle forraje verde a pesar de la seca”. Además de resistir el déficit hídrico, esa planta no requiere de un suelo rico, y genera mucho volumen en poca área, precisó. La producción mexicana es de unas 300 toneladas por hectárea. El alimento animal puede ser a base de nopal, o incluso dárselo solo, pero en México lo fermentan aumentando el nivel de proteínas, con 20%, 25% de proteína, porque es rico en energía, pero tiene poca proteína.

El modelo brasileño

El tipo de producción en Brasil es distinto al de México, plantan hasta 160.000 unidades por hectárea y sacar hasta 700 toneladas, con muy bajas precipitaciones, de unos 600 milímetros o menos, contó la joven.

La familia Crespo contrató a un asesor brasileño, el que llegó en julio. En su procedimiento él aumenta la proteína en la planta con fertilización nitrogenada: “El nopal tiene un nivel de 4% y él ha llegado hasta un 9% y un 11%”, dijo. La planta conserva “mucha agua, entre un 75% y 90%, dependiendo de la edad de la planta y la época del año” por lo que en la seca es capaz de “proporcionar el agua a los animales”, tal como hacen los productores de México y Brasil. La producción está en una etapa experimental, pero si se usa en otros países con resultados positivos, bien podría tener el mismo resultado en Uruguay. El próximo paso es probar con animales y ver cómo responden y el efecto que tienen en éstos. Rydström dijo que concurrió al establecimiento porque fue invitado por la familia Crespo. La adaptación a las nuevas exigencias climáticas “depende muchas veces de la adaptación de tecnologías y de la innovación en las tecnologías para que las mismas no sean siempre asociadas a altos costos de aplicación, y esto es lo que encontramos, lo que estamos viendo en esta realización, y por lo tanto deseamos el mayor de los éxitos a este emprendimiento para que luego pueda escalar cada vez más en productores que vayan encontrando certezas tecnológicas al respecto”. https://www.xn--lamaana-7za.uy/

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