Alerta ambiental en Uruguay: emisiones de carbono fueron las más altas en 9 años, ¿qué pasó?

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Las emisiones de CO2 aumentaron 22% en 2021 frente al año anterior, el valor más alto desde el año 2012. Las emisiones de dióxido de carbono (CO2) en Uruguay, registraron en 2021 el valor más alto en los últimos nueve años y el segundo registro más alto desde 1990. El motivo: un mayor consumo de combustibles fósiles con fines energéticos. Así lo constató el Ministerio de Industria, Energía y Minería (MIEM) al elaborar la 57ª edición del Balance Energético Nacional (BEN), a cuyos resultados preliminares accedió El País. En el informe se destacó que en 2021, las emisiones de CO2 fueron de 7.590 gigagramos (Gg), lo que significó una suba de 22% en comparación con las de 2020. El registro implicó el valor más alto desde 2012 cuando las emisiones fueron de 8.191 Gg y el segundo valor más alto desde el año 1990. Desde el MIEM destacaron que el “aumento importante” en el consumo de gasoil destinado para la generación de electricidad en 2021, impactó en la suba de las emisiones. Se estima que en ese año, el 50% de las emisiones totales de CO2 tuvieron su origen “en la quema de gasoil, repartidas dos a uno entre transporte e industrias de la energía, aproximadamente”, destacó el reporte. Concretamente, entre los años 2020 y 2021 “las emisiones para generación de electricidad a partir de gasoil casi que se triplicaron”, añadió. El transporte fue el que explicó un aumento de 12% en las emisiones asociadas al gasoil, mientras que las emisiones por el consumo de vehículos automotores ocuparon el segundo lugar, “prácticamente debidas a su uso en el sector transporte”. De acuerdo con los datos del MIEM, al analizarla composición de las emisiones de CO2 por sector, se visualiza que “prácticamente la mitad” (51%) de las generadas el año pasado, estuvieron asociadas al transporte, seguidas por las centrales de servicio público en un 19%.

Ramas de actividad

El rubro de mayores emisiones de CO2 en el año 2021 fue el del cemento, sector que representó el 44% de las emisiones totales por su uso del coque de petróleo como combustible.

En tanto, el segundo lugar fue para el rubro del papel y la celulosa, el cual representó el 36% de las emisiones de CO2 generadas a partir del consumo de fueloil.

Matriz primaria

Por otra parte, los resultados del BEN señalaron que el 57% de la matriz energética primaria -o también llamada matriz de abastecimiento- tuvo su origen en fuentes renovables, mientras que los combustibles fósiles tuvieron una representación del 43%, debido principalmente, a las importaciones de petróleo “y al gran consumo para generación eléctrica”. Las cifras fueron de similar magnitud en comparación con 2020. En lo que refiere al abastecimiento de energía en 2021, este fue un 5% mayor frente al registro del año anterior. Si se analiza qué ocurrió por fuente de energía, el BEN constató que el crecimiento del abastecimiento “estuvo marcado por el aumento en el aprovisionamiento de petróleo y derivados, principalmente por una mayor importación de gasoil para la generación de energía eléctrica”. En tanto, la electricidad de origen hidráulico registró un crecimiento de “casi un tercio” frente a 2020, esta significó “la menor registrada en los últimos 10 años previos a 2019”. De acuerdo con el MIEM, esa baja hidraulicidad “afectó la matriz primaria” y contribuyó a una “baja participación de fuentes de energía renovables y su consecuente mayor consumo de combustibles fósiles para la generación”.

Sector eléctrico

En lo que refiere a la matriz eléctrica de 2021, el MIEM destacó que la generación fue un 18% mayor a 2020 y similar al registro de 2019. En este sentido, los datos señalaron que hubo “una alta participación de fuentes de origen fósil”, con un peso del 15%, lo que significó que “triplicó su valor absoluto respecto a 2020”. En cuanto a las exportaciones de electricidad, estas correspondieron a un 18% de la generación. Asimismo, se encontró que el 40% de la generación a partir de combustibles fósiles tuvo como destino la exportación. Por último, el año pasado el consumo final energético fue de 4.810 toneladas equivalentes de petróleo (ktep) y registró un crecimiento de 4% frente a 2020, debido en parte a la recuperación de la movilidad tras las restricciones impuestas por la pandemia del covid-19 en 2020. https://www.elpais.com.uy/

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